Político alemán dice que Europa no necesita del euro
El controvertido político alemán Tilo Sarrazin, que ya levantó ampollas por un libro contra los inmigrantes musulmanes en Alemania, ha vuelto al ataque ahora con un nuevo ensayo, está vez contra el euro, que -asegura- es el resultado del complejo de culpa alemán por el holocausto.
22 de mayo de 2012
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Berlín - "Europa no necesita el euro", es el título del libro que Sarrazin presentó hoy en Berlín, en un acto que estuvo precedido de críticas al antiguo directivo del Bundesbank y ex-titular de Finanzas de la ciudad estado de Berlín.
Sarrazin reiteró la idea de su libro de que la moneda única ha traído más desventajas que ventajas, afirmó que la introducción del euro estuvo rodeada de errores y que una unión monetaria no es viable si no está acompañada de una unión política.
La tesis más controvertida del libro es que, según Sarrazin, tanto la introducción de la Unión Monetaria como los actuales programas de rescate están dictados por una especie de complejo de Alemania, que vive buscando formas de purgar la culpa del Holocausto.
Sarrazin dice, entre otras cosas, que Alemania no se sentirá librada de sus culpas mientras no ponga toda su soberanía en manos europeas.
En la situación actual, Sarrazin es partidario de que los países que no cumplen los criterios del Pacto de Estabilidad salgan de la eurozona.
El caso griego lo considera como "un caso perdido" y atribuye ello a razones culturales, al mostrar la diferencia entre el caso heleno y el caso de Estonia que, teniendo un ingreso per cápita mucho menor, fue capaz de reducir el gasto privado con mucha mayor velocidad.
En general, Sarrazin sostiene que muchos países, si no se hubiera introducido el euro, tendrían hoy menos desempleo y más crecimiento.
La fórmula habitual utilizada por la canciller federal, Angela Merkel, de "si fracasa el euro, fracasa Europa" es calificada por Sarrazin de superficial y equivocada.
El primer libro de Sarrazin contra los inmigrantes -en el que en algunos pasajes recurre a tesis abiertamente racistas- se convirtió en un bestseller pero también le costó al autor su puesto como directivo del Bundesbank.
En su nuevo libro, Sarrazin recurre a afirmaciones que también tienen que ver con un determinismo genético y geográfico -que según muchos apuntan a una forma de racismo- como por ejemplo cuando establece una correlación entre la falta de disciplina fiscal de un país y las horas de sol de las que goza.
Sarrazin reiteró la idea de su libro de que la moneda única ha traído más desventajas que ventajas, afirmó que la introducción del euro estuvo rodeada de errores y que una unión monetaria no es viable si no está acompañada de una unión política.
La tesis más controvertida del libro es que, según Sarrazin, tanto la introducción de la Unión Monetaria como los actuales programas de rescate están dictados por una especie de complejo de Alemania, que vive buscando formas de purgar la culpa del Holocausto.
Sarrazin dice, entre otras cosas, que Alemania no se sentirá librada de sus culpas mientras no ponga toda su soberanía en manos europeas.
En la situación actual, Sarrazin es partidario de que los países que no cumplen los criterios del Pacto de Estabilidad salgan de la eurozona.
El caso griego lo considera como "un caso perdido" y atribuye ello a razones culturales, al mostrar la diferencia entre el caso heleno y el caso de Estonia que, teniendo un ingreso per cápita mucho menor, fue capaz de reducir el gasto privado con mucha mayor velocidad.
En general, Sarrazin sostiene que muchos países, si no se hubiera introducido el euro, tendrían hoy menos desempleo y más crecimiento.
La fórmula habitual utilizada por la canciller federal, Angela Merkel, de "si fracasa el euro, fracasa Europa" es calificada por Sarrazin de superficial y equivocada.
El primer libro de Sarrazin contra los inmigrantes -en el que en algunos pasajes recurre a tesis abiertamente racistas- se convirtió en un bestseller pero también le costó al autor su puesto como directivo del Bundesbank.
En su nuevo libro, Sarrazin recurre a afirmaciones que también tienen que ver con un determinismo genético y geográfico -que según muchos apuntan a una forma de racismo- como por ejemplo cuando establece una correlación entre la falta de disciplina fiscal de un país y las horas de sol de las que goza.
EFE
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