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Países pobres piden triplicar peso de su voto en FMI

A diferencia de las estructuras en otras organizaciones internacionales en que cada país tiene un voto, en el FMI ocurre lo contrario y su poder se mide según su poder económico.

19 de octubre de 2007

Washington_  Los países en desarrollo pidieron el viernes triplicar el peso de su voto en el Fondo Monetario Internacional (FMI) porque si continúa el dominio de los ricos la institución seguirá perdiendo credibilidad y condenará a los pobres a un lugar todavía más marginal en la economía global.

"Es necesario reconocer en el proceso de toma de decisiones del Fondo que todos tenemos iguales derechos y obligaciones", dijo Oscar Tangelson, viceministro de Economía de Argentina. "Dejar que el Fondo siga tomando decisiones bajo el concepto de un dólar, un voto va en contra de su credibilidad".

Tangelson formuló sus comentarios al término de una sesión del G-24, conformado por naciones en desarrollo de Asia, Africa y América Latina, que se reúne paralelamente con las actividades de la asamblea de gobernadores del FMI y el Banco Mundial. No es un órgano del FMI, pero éste le financia sus operaciones, incluyendo servicios de secretaría.

Argentina ejerció la presidencia rotativa del G-24 desde el año pasado y la ha transferido ahora al Congo. El ministro de Economía Miguel Peirano, quien era el presidente titular, presidió la sesión "por un rato", pero se retiró por motivos de agenda en Washington, dijo Tangelson.

A diferencia de las estructuras en otras organizaciones internacionales en que cada país tiene un voto, en el FMI ocurre lo contrario y su poder se mide según su poder económico.

Estados Unidos es el miembro más poderoso, tiene 371.743 votos y su poder de voto vale por 17,06% del total. Comparativamente, Argentina tiene 21.421 sufragios y sólo vale 0,98 y Brasil 30.611 y 1,41.

Estados Unidos y sus otros seis socios del G-7, las naciones más ricas del mundo _Francia, Italia, Canadá, Japón, Alemania y Reino Unido_ forman más del 40% del poder de voto.

"La actual distribución de cuotas nos condena a un lugar marginal en el gobierno del Fondo", dijo Tangelson.

Indicó que la reforma, que dio sus pasos más importantes en Singapur el año pasado al mejorar ligeramente el poder de voto de México, India, Corea del Sur y Turquía, debe ser un proceso continuo para asegurar que las cuotas de los pobres no queden desactualizadas.

Los países en desarrollo desean que se incremente de "manera significativa sus votos básicos, al menos triplicando su peso en la estructura de poder de la institución", dijo. "Lo contrario, es condenar a esos países a un lugar aún más marginal".

Los ministros expresaron en su comunicado final la importancia también de reformar el proceso de selección de los jefes de las dos instituciones "con normas y reglas que se basen en los méritos" y no los acuerdos del pasado que dan a Estados Unidos el derecho de nombrar al jefe del Banco Mundial y a Europa el del FMI.

En ese sentido, pidieron a los directorios de ambas instituciones un acuerdo antes de la asamblea de gobernadores del próximo año.

El G-24 también pidió que:

_ El FMI mejore su vigilancia de las economías de Estados Unidos y otros países desarrollados para evitar crisis que afectan los mercados globales.

_ El Banco Mundial perfeccione sus programas a fin de satisfacer los grandes, pero diferenciados retos de desarrollo de los países de mediano ingreso.

 

 

AP