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ONU inquieta ante incremento de hostilidades en Colombia

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos criticó el lunes a los grupos armados ilegales por violaciones al derecho internacional humanitario y manifestó inquietud porque el aumento en las hostilidades del conflicto interno ha provocado la muerte de al menos 56 personas en lo que va del mes.

14 de septiembre de 2010

Bogotá.- "La violenta pérdida de vidas en estas dos semanas de septiembre recuerda la crueldad de un conflicto que desangra al país de forma inútil", destacó la oficina en Colombia del Comisionado en un comunicado. Agregó que otras 52 personas resultaron heridas en ese mismo periodo.

Las acciones atribuidas por las autoridades a grupos rebeldes como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) han causado la muerte de unos 37 policías y militares, 14 en un solo ataque perpetrado en una zona del departamento de Caquetá, al sur del país.

En otro asalto el pasado 10 de septiembre en Putumayo, también al sur, murieron ocho policías. La policía aseguró que en esa ocasión algunos de los agentes recibieron tiros de gracia por parte de los rebeldes de las FARC.

"Con mucha preocupación recibí información sobre posibles ejecuciones de policías con tiros de gracia, incineración de heridos o el uso de armas prohibidas por el derecho internacional. Hemos emprendido una estrecha observación de estos casos que, si se confirman, podrían constituir crímenes de guerra", dijo el representante en Colombia del Comisionado, Christian Salazar.

En una nota divulgada por correo electrónico, Salazar señaló que informaciones "obtenidas por la oficina... indican que algunas de las acciones perpetradas por las FARC... como las ocurridas en Caquetá y Putumayo contra miembros de la policía nacional, habrían violado la normativa humanitaria".

Entre esos mencionó la utilización de cilindros de gas rellenos con metralla, "la colocación de explosivos en el cadáver de uno de los policías fallecidos" y la instalación de minas antipersonales durante la retirada de los insurgentes.

Salazar manifestó que esas acciones "constituyen infracciones a los principios de proporcionalidad y de protección de heridos y personas fuera de combate".

El ejército y la fuerza aérea, por su parte, informaron de un bombardeo el 3 de septiembre en el que murieron al menos 11 presuntos miembros del ELN, así como en los días posteriores otros insurgentes fueron abatidos en distintos choques.

 

AP