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Obreros portuarios y exportadores Argentina negocian

Los trabajadores de un puerto clave de Argentina y las empresas exportadoras de granos del país estaban reunidos el lunes en busca de dirimir un conflicto laboral que a fin de enero paralizó a una de las principales terminales agrícolas del mundo.

14 de febrero de 2011

Buenos Aires - Hace casi dos semanas, los obreros portuarios del área de Rosario, en el centro de Argentina, suspendieron una huelga de una semana en reclamo de mejores salarios ante la orden del Gobierno para que las partes se sienten a negociar.

Pero el plazo de diálogo finaliza el miércoles y los trabajadores podrían retomar la protesta si no se logra un acuerdo en las próximas horas.

La medida de fuerza de los sindicatos demoró a decenas de buques e impulsó los precios de los futuros de la influyente plaza de Chicago, ya que Argentina es uno de los principales proveedores mundiales de alimentos.

"Veo muy difícil que logremos un acuerdo hoy (lunes). Hasta ahora no hay nada", dijo a Reuters Edgardo Quiroga, secretario gremial de la Confederación General del Trabajo (CGT) de San Lorenzo, que se encontraba en la reunión con las empresas agroexportadoras en representación de los trabajadores.

La CGT de San Lorenzo -en los suburbios de Rosario- fue la impulsora de la huelga y también participa de las discusiones que llevan adelante los 10 distintos sindicatos que reclaman un alza de salarios a uno de los sectores más pujantes de la economía argentina.

Portavoces del sector empresario y de los sindicatos destacaron que las negociaciones son complejas ante la diversidad de partes que participan de las conversaciones.

"Yo no creo que la negociación termine hoy (lunes). Está difícil, aunque si hay voluntad de parte de ellos (los empresarios) vamos a conseguir destrabarlo (el conflicto)", dijo más temprano el líder de los estibadores, Herme Juárez.

Estibadores, recibidores de granos y empleados de limpieza, seguridad y construcción son algunos de los gremios que piden que aumenten su sueldo a un mínimo de 5.000 pesos (cerca de US$1.250), la misma suma que los obreros del gremio aceitero -que representan el 87% de los trabajadores de las empresas- lograron en diciembre.

Como parte de la protesta, los huelguistas bloquearon los accesos a las plantas que las empresas tienen en las localidades de San Lorenzo, San Martín y Timbúes, afectando a grandes compañías como Bunge, Cargill y Louis Dreyfus, entre otras.

El Gobierno nacional también se ve perjudicado directamente por el conflicto, ya que recauda sumas multimillonarias en impuestos a las exportaciones agrícolas, por lo que instó a sindicatos y empresarios al diálogo.

Las exportaciones de soja -el principal cultivo de Argentina- y sus derivados le reportarán al país ingresos por alrededor de US$20.000 millones este año, según analistas privados.
 
(Reuters)