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Obama propondrá panel para atender crisis automotriz

16 de febrero de 2009

WASHINGTON — El presidente Barack Obama planea designar a un grupo de altos funcionarios y no a un "zar de los autos" como se había planteado, para vigilar la reestructuración de la industria automotriz estadounidense.

El secretario del tesoro Timothy Geithner y el Director del Consejo Nacional Económico, Lawrence Summers, supervisarán el panel con integrantes de diversos niveles en el gobierno, informó un importante funcionario el domingo bajo condición de anonimato pues no se había hecho un anuncio oficial aún.

"El presidente entiende la importancia de este asunto y también entiende que la industria automotriz afecta y es afectada por una amplia gama de políticas económicas", señaló el funcionario.

A medida que los equipos continúan su avance, Obama "quiere asegurarse de que obtengamos la experiencia y la aportación de las dependencias a través del gobierno", agregó.

El gobierno de Barack Obama enfrenta difíciles decisiones respecto al destino de la industria automotriz estadounidense, considerando los costos de invertir miles de millones de dólares en empresas hundidas en problemas y que enfrentan posibles bancarrotas, las cuales podrían afectar a su vez los planes para reactivar la economía.

General Motors Corp. y Chrysler LLC se encuentran en una carrera contra el tiempo para presentar el martes ante el gobierno sus planes para justificar miles de millones de dólares en créditos y recuperar su viabilidad a pesar de una baja en las ventas de automóviles.

GM, con sede en Detroit, y Chrysler, en Auburn Hills, tratan de mantenerse a flote con 13.400 millones de dólares en créditos del gobierno. Si no se detallan sus planes para aplicarlos el 31 de marzo, ambas empresas enfrentan la posibilidad de que se les retiren los fondos y se inicie un proceso de bancarrota.

La bancarrota de alguno sería especialmente negativa, algunos economistas han predicho que se perderían de dos a tres millones de empleos en Estados Unidos este año, mientras que el índice de desempleo, que es ahora de 7,6%, podría aumentar más allá del 9% para comienzos del 2010.

En una serie de entrevistas realizadas el domingo, el jefe de asesores de la Casa Blanca, David Axelrod, no dio una respuesta directa cuando se le preguntó si la economía resistiría la bancarrota de GM ni si el gobierno de Obama permitiría que la empresa cayera a ese nivel.

"No voy a prejuzgar nada. Creo que va a darse una reestructuración de esas empresas. No voy a hablar sobre la forma en que ello ocurra. Esperaremos y veremos lo que tienen que decir el martes", dijo Axelrod al programa periodístico "Fox News Sunday".

"Cómo se hará esta reestructuración aún que debe ser determinado", dijo Axelrod. "Pero será algo que requiera el sacrificio no sólo de los trabajadores de las automotrices, sino de los prestamistas, los accionistas y los ejecutivos que dirigen las compañías. Todos tendrán que unirse para construir empresas que puedan competir en el futuro".

El Grupo de Trabajo Automotriz del presidente será conformado por funcionarios de los departamentos de Tesoro, Trabajo, Transporte, Comercio y Energía. También incluirá integrantes del Consejo Nacional Económico, la Oficina de la Casa Blanca de Energía y Medio Ambiente, el Consejo de Asesores Económicos y la Agencia de Protección Ambiental, según el funcionario relacionado con la medida.

Mientras tanto, las negociaciones entre GM y el Sindicato de Trabajadores de la Industria Automotriz (UAW por sus siglas en inglés) se rompieron el viernes por la noche, pero se iban a reanudar el domingo, concentrándose en un intercambio por acciones de los pagos en efectivo de la empresa para un fondo de salud destinado a trabajadores jubilados, dijo una persona al tanto de las negociaciones, que pidió no ser identificada porque se realizan a puerta cerrada.

Los representantes de GM y el gremio se negaron a comentar al respecto.

GM y Chrysler no deben de tener todo resuelto antes del martes, pero se espera que detallen sus asuntos pendientes junto con sus planes de cierres de plantas, la posible eliminación de varias marcas y la eliminación de miles de empleos.

 

 



(AP)