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Obama presentará incentivos tributarios

El presidente estadounidense, Barack Obama, anunciará el miércoles nuevos incentivos fiscales a las empresas e inversiones en grandes proyectos de construcción, en un intento por convencer al Congreso a dar su visto bueno a un paquete de medidas que busca reactivar el empleo.

8 de septiembre de 2010

Washington.- Obama viajará a Ohio para promocionar iniciativas que incluyen la aceleración de exenciones de impuestos por US$200.000 millones a las empresas, que según la Casa Blanca tendrán un costo real de tan sólo US$30.000 millones, y un programa de gastos en infraestructura por al menos US$50.000 millones.

Al mismo tiempo, presentará un proyecto para aumentar y extender de manera permanente un crédito fiscal para la investigación y el desarrollo que costará US$100.000 millones a lo largo de 10 años.

Se espera que el discurso de Obama tenga un alto contenido político, ya que se produce a menos de dos meses de las elecciones legislativas donde su Partido Demócrata corre el riesgo de perder el control del Congreso.

"Estas medidas ayudarán a crear empleos, al tiempo que construyen una economía estadounidense que es más competitiva y productiva a largo plazo", dijo el director de comunicación de Obama, Dan Pfeiffer, en un blog de la Casa Blanca.

En tanto, el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, reconoció que se escogió Cleveland como el lugar para el discurso de Obama debido a que el líder republicano en la Cámara de Representantes, John Boehner, hizo un discurso allí el mes pasado pidiendo el despido de todo el equipo económico del mandatario.

Adelantándose al discurso de Obama, Boehner pidió el miércoles congelar por dos años todos los impuestos en Estados Unidos, incluyendo los recortes para los más ricos establecidos por el ex presidente George W. Bush y que vencerán a fines de año.

En declaraciones en el popular programa televisivo de la cadena ABC "Good Morning America", Boehner propuso también que el Gobierno rebajara sus gastos para el próximo año a los niveles del 2008, previos al inicio de un controversial plan de estímulo de Obama por US$814.000 millones.

"Lo que esto hará será ayudar a las pequeñas empresas que no tienen ni idea de cuáles van a ser las tasas de impuestos. Esto les da ciertas certezas", dijo Boehner.

La Casa Blanca considera que los planes económicos de Obama son esenciales para poner nuevamente en marcha la economía y establecer las bases para un crecimiento a largo plazo. Sin embargo, estos no pueden ser aprobados sin el apoyo de los republicanos en el Congreso, que aunque no tienen mayoría, pueden bloquear su discusión.

Con los sondeos de opinión apuntando a que los republicanos lograrán terminar con la mayoría oficialista en el Parlamento, la oposición no tiene grandes motivaciones para conceder una victoria a Obama.

Además, los líderes republicanos también se han mostrado renuentes a aumentar los gastos debido a los elevados niveles de déficit fiscal, favoreciendo en cambio mayores recortes de impuestos y una reducción de gastos.

En otro punto de conflicto con la oposición, Obama resaltará que no piensa ceder en su negativa a ampliar los recortes de impuestos a los estadounidenses de mayores ingresos.

Los demócratas quieren extender los recortes para quienes ganan menos de US$250.000 dólares, pero los republicanos quieren que estos sean ampliados también para los más ricos y consideran que el fin de las exenciones es un alza de impuestos.

"No hay dudas de que creemos firmemente que una clase media saludable, vibrante, económicamente viable es clave para la recuperación económica y respaldamos enérgicamente la extensión de los recortes de impuestos para la clase media", dijo un funcionario oficial que pidió no ser identificado.

Los asesores del presidente señalan que Obama reiterará su llamado al Congreso para que apruebe un paquete de programas para la pequeña empresa, que los republicanos bloquearon en el Senado.

REPUBLICANOS DICEN PRIMER ESTIMULO FALLÓ

Los líderes republicanos son escépticos sobre las propuestas de Obama, y han dicho que no respaldarán nuevos gastos debido a que el plan de estímulo del Gobierno por US$814.000 millones aprobado a comienzos del 2009 no tuvo el efecto deseado.

Los sondeos muestran un profundo escepticismo entre la población sobre el plan de estímulos, y funcionarios de la Casa Blanca se han mostrado renuentes a emplear la palabra, insistiendo en que la nueva propuesta de Obama no es otro programa de estímulo sino una serie de propuestas de apoyo.

En tanto, los economistas señalan que los nuevos planes podrían dar un modesto impulso a la actividad en una economía que crece lentamente. El riesgo es que estos sólo adelantarían la inversión, sin cambiar significativamente la trayectoria del crecimiento ni alentar la contratación para rebajar una tasa de desocupación del 9,6%.

EFE