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Obama intenta combatir imagen antiempresarial

27 de junio de 2008

Washington.- Los republicanos, que critican los planes económicos de Barack Obama, esperan etiquetar al candidato demócrata a la presidencia de Estados Unidos como un liberal derrochador que perjudicará a las empresas con agresivas regulaciones.

Sin embargo, Obama y sus asesores consideran que pueden evitar dicha catalogación.

Tras alcanzar la nominación de su partido el pasado 3 de junio, el político demócrata realizó un viaje de tres semanas enfocado en la economía, durante el cual se reunió no sólo con los trabajadores que luchan con los altos costos del cuidado médico y el combustible, sino también con líderes corporativos como el gerente de JPMorgan y otros importantes ejecutivos. El senador por Illinois hizo del "cambio" el eslógan de su campaña y sostiene que no quedará rehén de los intereses de las grandes empresas petroleras y de las firmas farmacéuticas.

Sin embargo, Jason Furman, su principal asesor económico, dice que eso no significa que sea antiempresarial, ni que considere que los Gobiernos tienen la respuesta a todos los problemas. "El (Obama) es alguien que no cree en la tradicional división izquierda-derecha ni en los acercamientos izquierda-derecha," dijo Furman a Reuters en una entrevista. "No es una filosofía económica que se pueda decir que es liberal o conservadora. No es una que se pueda decir que es paternalista o liberal," agregó.

La campaña de Obama plantea ofrecer a los estadounidenses una manera más simple de declarar sus impuestos y a la clase media un recorte tributario mediante créditos de 500 dólares para los contribuyentes solteros y de 1.000 dólares para los casados. Otro de los planteamientos demócratas es ofrecer recortes tributarios especiales para gastos como el cuidado infantil.

Obama, quien se enfrentará al republicano John McCain en las elecciones de noviembre, enfatizó esta semana en un foro sobre energía que quiere que el Gobierno ayude a promover iniciativas como el desarrollo de combustibles limpios, pero también que "se retire del camino cuando está bloqueando el progreso."

DEMOCRATAS "FELICES CON LA REGULACION"
"Soy un demócrata y ha habido momentos en el pasado en que los demócratas han estado tan contentos por las regulaciones que no pensamos en términos de pura eficiencia," dijo Obama. "Bueno, no estoy a favor de gobernar sólo por gobernar," agregó. En un esfuerzo por mostrar a Obama como un liberal convencional, los aliados de McCain han intentado vincular parte de sus propuestas, como colocar un impuesto a las ganancias inesperadas del petróleo, con las ideas planteadas por Jimmy Carter, cuya presidencia a finales de la década de 1970 fue ligada a la debilidad económica y la alta inflación.

Otro centro de los ataques republicanos es el compromiso de Obama de cancelar los recortes tributarios impuestos por el presidente George W. Bush a aquellos que ganan más de 250.000 dólares anuales, y de considerar mayores impuestos a las ganancias de capital y dividendos. "El tipo de cosas que considera sin costo perjudica a las empresas, y eso pone a los trabajadores en la línea de fuego," dijo Douglas Holtz-Eakin, el principal asesor económico de McCain, quien sostiene que subir los impuestos frenaría el crecimiento. Según Holtz-Eakin, las propuestas de Obama acerca del cuidado médico y el cambio climático aumentarían las regulaciones, lo que sería dañino para las empresas.

Debido a los años de auge en la década de 1990 bajo el Gobierno de Bill Clinton, ha sido difícil para los republicanos lograr catalogar a los candidatos demócratas como antiempresariales. El secretario del Tesoro de Clinton, Robert Rubin, es un ex presidente de Goldman Sachs y fue ampliamente popular en Wall Street gracias a su reputación de combatir agresivamente el déficit.

En contraste, Bush nombró a dos secretarios del Tesoro, Paul O'Neill y John Snow, que no contaban con la confianza de Wall Street, además de ser él mismo considerado poco riguroso en cuanto a política fiscal. El actual secretario del Tesoro del mandatario estadounidense, Henry Paulson, también es un ex presidente de Goldman Sachs y es mucho más respetado en Wall Street que sus dos antecesores.

CRISIS HIPOTECARIA, ALTOS PRECIOS DEL PETROLEO
En la calle, muchos votantes culpan a Bush por los actuales problemas económicos ligados a la crisis hipotecaria y los altos precios del petróleo. Explotando este malestar, Obama califica gran parte de las políticas económicas de McCain como las mismas del actual presidente Bush. Obama, quien superó a la ex primera dama Hillary Clinton en la contienda por la nominación demócrata a la presidencia, no se está postulando como el heredero de Bill Clinton en cuanto a la economía. Sin embargo, últimamente ha dado indicios de estar ansioso por recibir consejos del grupo de expertos económicos del ex presidente.

Furman fue asesor del presidente Clinton y es cercano a Rubin debido al trabajo de ambos en el Proyecto Hamilton, una organización de investigación de centro derecha que promueve políticas como el libre comercio y la disciplina fiscal. Furman enfatizó que Obama es asesorado por un amplio rango de expertos económicos incluidos Rubin; Jared Bernstein, un economista del Instituto de Política Económica; Robert Reich, ex secretario de Trabajo de Clinton, y el ex presidente de la Reserva Federal Paul Volcker.

"Una de las lecciones que los expertos sacaron de Bob Rubin es la importancia de la disciplina fiscal," dijo Furman, agregando que Obama está de acuerdo con un pilar fundamental de la "Rubinomía": la idea de que menores déficit pueden ayudar a reducir las tasas de interés a largo plazo, lo que a cambio es favorable para el crecimiento económico. Tal como Rubin, dice Furman, Obama considera que los altos déficit son "un emblema de un Gobierno disfuncional que está haciendo un mal trabajo con su papel de ayudar a controlar la economía."

 

 

Reuters