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Obama cada vez más cerca de concretar su prioridad legislativa

El presidente Barack Obama y legisladores demócratas se acercaron a un acuerdo sobre temas de costos y cobertura, que representan las diferencias principales que impiden aprobar una reforma de salud.

16 de enero de 2010

Washington  — Las sesiones maratónicas de negociación en la Casa Blanca adquirieron un nuevo carácter de urgencia, de cara a unas impredecibles elecciones especiales por un escaño senatorial en Massachusetts.

Un comunicado de la Casa Blanca señaló que no hay "acuerdos finales ni paquete definitivo". Pero no fueron programados más encuentros y el legislador Jim Clyburn, el tercer demócrata de mayor rango en la Cámara de Representantes, dijo: "Algo debe llegar muy pronto a la Oficina Presupuestaria del Congreso".

Ello sugirió que los asesores estaban redactando las decisiones tomadas en el Salón del Gabinete de la Casa Blanca. La Oficina es el árbitro oficial del costo y dimensión de cobertura que proporcionaría cualquier legislación.

No había más detalles disponibles de inmediato, y los asesores del Congreso enfatizaron que las decisiones tomadas en la Casa Blanca no habían sido compartidas aún totalmente con los dirigentes y militantes demócratas.

Un obstáculo clave apareció cuando el senador demócratas Ben Nelson pidió la eliminación de un subsidio federal muy polémico para cubrir el costo total de una ampliación del programa Medicaid —de asistencia médica a los pobres_, en su estado de origen, Nebraska.

Esa provisión en la medida aprobada por el Senado ha sido objeto de críticas de distintos gobernadores y políticos de ambos partidos, desde que se conoció. Incluso el ex presidente Bill Clinton instó a que fuera eliminada.

"Esa cosa de Nebraska nos está dañando realmente", dijo a los demócratas en la Cámara de Representantes, en una aparición que buscó reunir apoyo para la legislación en general.

En su lugar, algunos funcionarios dijeron que Obama y los legisladores decidieron aumentar el dinero federal para el Medicaid en los 50 estados, aunque no estaba claro si habría suficientes recursos para cubrir toda la ampliación.

Durante la jornada, algunos sindicatos cruciales obtuvieron concesiones y comprometieron su apoyo.

"Estamos en el umbral de lograr algo de lo que Washington ha estado hablando desde que Teddy Roosevelt era presidente, y es la reforma al sistema de salud y seguro de salud en Estados Unidos", dijo Obama el jueves a su base demócrata durante una visita al Capitolio.

Mientras hablaba, los titulares de los principales sindicatos nacionales anunciaron un acuerdo para resolver una disputa en torno al deseo de Obama de gravar los planes de seguro de alto costo para contribuir a la financiación del proyecto.

Los sindicatos se habían opuesto enérgicamente diciendo que los trabajadores en definitiva pagarían esa carga del 40%, y los demócratas en la Cámara de Representantes apoyaron a los sindicatos. Pero los trabajadores aceptaron las demandas de la Casa Blanca después de obtener arreglos que aliviarían significativamente el impacto del impuesto.

El presidente de la central sindical AFL-CIO, Richard Trumka, dijo que si se mantienen los acuerdos convenidos y otras prioridades laborales, los trabajadores respaldarán el proyecto.

"Lo apoyaremos y lo haremos orgullosamente", afirmó.

Ante esa manifestación, los legisladores de la cámara baja parecieron estar convencidos.

"El acuerdo con los sindicatos ha cambiado radicalmente la política de esa cuestión", dijo el representante demócrata Rob Andrews. "Creo que la mayoría de los miembros cree que el compromiso nos permitirá cumplir nuestra promesa de no gravar a la clase media".

Decenas de detalles necesitan ser completados antes de reconciliar los proyectos aprobados por separado por las dos cámaras, pero varios legisladores dijeron que en vista del acuerdo con los trabajadores se ha dado un gran paso adelante.

Pero no todos estaban tan seguros de la aprobación, particularmente ante los resultados de las encuestas en Massachusetts, los cuales mostraron que el republicano Scott Brown podría dar una sorpresa frente a la demócrata Martha Coakley, en una disputa entre tres candidatos para suceder al fallecido senador Edward M. Kennedy.

"Si gana Scott Brown, matará el proyecto de salud", advirtió el demócrata Barney Frank, subrayando la importancia de la elección. Pero el vocero presidencial Robert Gibbs replicó: "No creo que Brown vaya a ganar el martes".

 

(AP)