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Una de las batallas comerciales más duras de los últimos años en la Organización Mundial de Comercio(OMC) dede las terminó finalmente, cuando el Congreso de Estados Unidos dio su aprobación final a la eliminación de los principales subsidios que concede el gobierno de ese país a los productores de algodón.

El triunfo que inicialmente es para Brasil, se extiende a todos los países productores de la fibra, entre ellos Colombia, y aunque seguramente no es la mejor noticia para la industria textilera, genera mayor estabilidad en esta cadena productiva, pues un importante actor del mercado no competirá con precios artificiales.

La ayuda había sido declarada ilegal por la OMC tras una demanda de Brasil. A pesar del fallo en contra, EE.UU. aún no cumplía con el mismo debido a la aprobación congresal, la misma que se completó anoche tras la decisión en la Cámara, pues el Senado dio el aval hasta finales del 2005.

La eliminación de subsidios se dará desde el 1º de agosto de este año entrando y abarca todas las subvenciones entregados a los exportadores de la fibra en EE.UU. y a las empresas que adquieren el producto como materia prima en ese país. Esto hace que el mercado se plantee sobrecostos reales de producción y exportación.

De acuerdo con declaraciones del representante de Comercio de EE.UU., Robert Portman, con esta decisión se responde a dos prioridades comerciales de ese país, como son: cumplir con un fallo pendiente de la OMC y alinearse con las decisiones de la cumbre de Hong Kong que prevé eliminar subvenciones al algodón en 2006.

Se estima que en total los subsidios de EE.UU. al algodón suman no menos de US$4.000 millones por año. Así mismo, que este recorte causará un aumento del precio internacional del algodón en por lo menos un 20%, debido al impacto que los subsidios han tenido sobre la producción en los últimos años.

Ante este panorama países como Brasil han planteado que para 2009 podrían duplicar su producción de algodón hasta los 7,2 millones de toneladas. Colombia ha venido ganando espacio en la siembra de algodón en los últimos años, especialmente con la utilización de semillas modificadas genéticamente.