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Multan con US$2 millones a la filial del Santander en Puerto Rico

La Autoridad Reguladora de la Industria Financiera de EE.UU. (Finra, en inglés) impuso una multa de US$2 millones a Santander Securities de Puerto Rico, del grupo Santander, debido a varias "deficiencias" detectadas.

12 de abril de 2011

Washington - En un comunicado difundido hoy, Finra explica que las deficiencias afectan al negocio de productos estructurados de la entidad financiera, lo que incluye una "inadecuada" venta de un determinado tipo de bonos convertibles (reverse convertible) a clientes particulares.

Santander Securities ha reembolsado ya más de US$7 millones a sus clientes por pérdidas registradas en la venta de ese tipo de producto.

La autoridad financiera también apunta a que la filial del Santander ha incurrido en una "inadecuada supervisión de las cuentas financiadas con préstamos de sus bancos afiliados, y en otras violaciones relacionadas con la oferta y venta de productos estructurados".

Además de pagar la multa de US$2 millones, Santander Securities de Puerto Rico tendrá que revisar los procedimientos de entrenamiento y de supervisión en áreas relevantes de su negocio.

"Santander Securities ha fallado a sus clientes debido a deficiencias significativas en sus sistemas y procedimientos", asegura en un comunicado Brad Bennett, vicepresidente ejecutivo de Finra.

Estas deficiencias, explica, permitió al Santander Securities recomendar de manera inadecuada a sus clientes que tomaran "excesivas posiciones de riesgo en bonos convertibles", a veces utilizando fondos que la propia entidad les prestaba.

La autoridad cuenta el caso de una pareja de octogenarios a los que la entidad recomendó en noviembre de 2007 invertir en una sola operación el 85% de su cartera, US$100.000, en bonos convertibles. La pareja perdió US$88.000.

La Finra dice que el Santander recomendó a algunos de sus clientes usar fondos prestados por entidades filiales para comprar los bonos convertibles, con el argumento de que la rentabilidad obtenida superaría el costo del crédito suscrito.

Pero esta operativa no hizo sino aumentar el riesgo de los clientes, muchos de los cuales acabaron perdiendo su inversión y debiendo a la entidad el dinero prestado.

 

(Efe)