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Miles de estadounidenses hacen viajes prohibidos a Cuba

Viajar a Cuba no es ilegal para los estadounidenses, pero la Ley de Comercio con el Enemigo prohíbe gastar dinero en la isla.

15 de septiembre de 2007

La Habana_ Barack Obama favorece levantar las restricciones a las visitas de cubanoestadounidenses al único país comunista del continente, si es elegido presidente. Un coro creciente de legisladores demócratas y republicanos está dispuesto a ir aun más allá, aliviando el embargo estadounidense lo suficiente como para permitir que todos los estadounidenses puedan viajar a Cuba.

Pero miles de turistas estadounidenses ya están visitando la Cuba discretamente, y muchos dicen que el secreto es parte de la diversión. Algunos se apresuran a ir a la isla mientras Fidel Castro sigue con vida, temiendo que Washington levante la prohibición de viajes una vez que desaparezca y que esa circunstancia provoque profundos cambios en Cuba.

"El hecho de que no se suponga que uno deba estar allí fue lo que me atrajo", dijo Amit, de 29 años, un nativo de la ciudad de Nueva York que visitó Cuba en septiembre del 2006, poco después que Castro, de 81 años, cayó enfermo y cedió temporalmente el poder a su hermano menor Raúl.

"Fue como si me dijera 'Es hora de ir"', dijo Amit, quien pidió que no se publicara su apellido para evitar multas. "Uno no sabe cómo será Cuba cuando Castro no esté".

Viajar a Cuba no es ilegal para los estadounidenses, pero la Ley de Comercio con el Enemigo prohíbe gastar dinero en la isla. De ser sorprendidos, los turistas estadounidenses enfrentan multas de hasta 55.000 dólares, aunque muchos llegan a acuerdos por montos más reducidos.

Desde enero del 2006, 19 estadounidenses han pagado multas por viajar a Cuba, incluyendo cuatro personas involucradas en la filmación del documental de Oliver Stone sobre Castro, "Comandante". También el cineasta Michael Moore es investigado por filmar "Sicko" en Cuba sin autorización.

A Obama le agradaría levantar las restricciones más estrictas impuestas por el presidente George W. Bush en el 2004 que limitaron los viajes por motivos educativos y religiosos y limitaron a una vez cada tres años los viajes para visitar familiares.

El Departamento del Tesoro emitió 40.308 licencias para viajes familiares el año pasado, casi todos a cubanoestadounidenses, y el gobierno cubano considera a estos viajeros como cubanos y no estadounidenses.

Por separado, Cuba dijo que 20.100 estadounidenses visitaron el país hasta junio de este año, casi todos supuestamente sin permiso de Estados Unidos.

Además de familiares, el gobierno estadounidense extendió 491 autorizaciones a personas involucradas en proyectos religiosos, educativos y humanitarios. Algunos otros estadounidenses _incluyendo periodistas y políticos_ pueden venir sin licencias, aunque pocos lo hacen.

Cuba dijo que unos 37.000 estadounidenses no de origen cubano vinieron en el 2006, cifra inferior a los más de 84.500 que reportó en el 2003, antes de las más recientes restricciones.

La Sociedad Estadounidense de Agentes de Viajes calculó recientemente que casi 1.800.000 estadounidenses visitarían Cuba en los tres primeros años después que se levante la prohibición de viajes.

"Queríamos llegar allí antes de que los demás estadounidenses vinieran y lo arruinaran todo", comentó Bridget, de 20 años, de Minneapolis, Minnesota, que recorría las calles coloniales de La Habana Vieja con su amigo Erik en agosto. No quisieron dar sus apellidos.

"Es un tesoro prohibido", dijo Erik, también de Minnesota. "Estará muy americanizada en unos pocos años, al igual que Cancún", donde las concesiones que van de Hard Rock Cafe a Hooters parecen empequeñecer los negocios característicos de la cultura mexicana.

Algunos estadounidenses vienen a Cuba por mar, pero la mayoría lo hace por aire vía Canadá, México, las Bahamas o Jamaica. Se pueden comprar tarjetas de turismo cubanas en aeropuertos de terceros países y los agentes aduaneros suelen estampar visas en papeles sueltos y no en las páginas de los pasaportes.

Bridget y Erik enviaron giros postales a un agente de viajes estadounidense recomendado por un amigo que había visitado Cuba, y volaron de Detroit a Cancún. Allí, un agente de Cubana Airlines les dio sus tarjetas de turismo para Cuba, vales de hotel y pasajes para un vuelo de conexión a La Habana.

Pero viajar a Cuba no es tan fácil. Travelocity recientemente accedió a pagar 182.750 dólares en multas por arreglar unos 1.500 vuelos entre Estados Unidos y Cuba de 1998 al 2004. La compañía dijo que arregló inconvenientes técnicos y que no permite más esos viajes.

Danielle Drobot, que pasó un semestre en Cuba mientras cursaba estudios internacionales en la Universidad de Carolina del Norte, pronosticó que "será el fin del bloqueo estadounidense a Cuba, y no necesariamente el fin de Castro, lo que impulse los cambios de los sistemas económico y político en Cuba".

"Aun lamentable como es", dijo Drobot, "el dinero manda".

 

 

AP