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Mexicanos abren cuentas bancarias en EEUU con matrícula consular

Una propuesta presentada a comienzos de marzo por la representante federal Marsha Blackburn, republicana por Tenesí, obligaría a que los grupos financieros del país acepten sólo identificaciones emitidas por Estados Unidos o pasaportes expedidos en el extranjero, lo que prohibiría en términos efectivos la apertura de cuentas con la matrícula consular.

26 de marzo de 2007

Saint Paul, Minnesota, EE.UU.- María García ha hecho muchas operaciones bancarias con Wells Fargo desde hace más de una década, cuando llegó de México a la zona de las "Ciudades Gemelas" de Minnesota (Saint Paul y Minneapolis).

García tiene cuentas de cheques y ahorros en el banco, y suele recurrir a los servicios de transferencia de dinero de Wells Fargo para enviar remesas a sus padres y a sus hijos, quienes viven todavía al sur de la frontera.

"Tener esta cuenta de banco es fabuloso", opina.

Aunque García, quien vive en Minneapolis, dice que es residente legal permanente, no tiene la ciudadanía estadounidense ni posee una clave de Seguridad Social. Para abrir su cuenta utilizó una matrícula consular, identificación expedida por el gobierno mexicano.

Pero esa cédula y la posibilidad de que personas que no tienen la ciudadanía estadounidense reciban servicios financieros han sido objeto de críticas recientes, lo que ha provocado un enfrentamiento entre quienes buscan combatir la inmigración ilegal y los bancos, que consideran a los inmigrantes una fuente importante de nuevos negocios.

Una propuesta presentada a comienzos de marzo por la representante federal Marsha Blackburn, republicana por Tenesí, obligaría a que los grupos financieros del país acepten sólo identificaciones emitidas por Estados Unidos o pasaportes expedidos en el extranjero, lo que prohibiría en términos efectivos la apertura de cuentas con la matrícula consular. La Asociación de Banqueros Estadounidenses emitió un comunicado en el que manifestó su oposición a la iniciativa. En febrero, cuando el Bank of America informó que entregaría tarjetas de crédito a los consumidores sin pedirles su clave de Seguridad Social, hubo una oleada de críticas para el banco, con sede en Charlotte, Carolina del Norte.

"Este programa recompensa a quienes han infringido las leyes de inmigración y amenaza además nuestra seguridad interna, ante la posibilidad de que sea usado por terroristas", dijo Ruthie Hendrycks, fundadora de la organización Minnesotans Seeking Immigration Reform, que cabildea en busca de restricciones similares a las contenidas en la propuesta de Blackburn. Los banqueros dicen que al aceptar la matrícula consular no están tomando partido en el debate sobre la inmigración, sino que sólo responden al cambio en la demografía nacional.

"No preguntamos sobre la condición legal o de inmigración de ninguno de nuestros consumidores actuales o potenciales", dijo Kelly Gosz, presidente de una sucursal de Wells Fargo en Minneapolis. "Operamos en 24 estados y, por tradición y mandato, los bancos son parte de la comunidad", dijo por su parte Christine Hobrough, gerente regional de U.S. Bank en las Ciudades Gemelas. "Esta es una forma en que nosotros atendemos a un segmento creciente de nuestra comunidad".

La matrícula consular es expedida por el gobierno mexicano a cualquier ciudadano de México que reside en el extranjero. Otros países emiten identificaciones semejantes. Más de 90 bancos estadounidenses aceptan la matrícula consular para abrir cuentas. La ley no obliga a los bancos a preguntar si el solicitante de una cuenta es un ciudadano estadounidense, y la matrícula no menciona el estado de inmigración del titular en Estados Unidos o cualquier otro país. Simplemente revela su nombre, lugar de residencia y de nacimiento.

La gente que posee matrículas consulares no es necesariamente inmigrante ilegal.

"Soy diplomático en Estados Unidos y tengo mi matrícula consular", dijo Nathan Wolf, jefe del consulado mexicano en Saint Paul. "No existe relación alguna entre la matrícula consular y el ser legal o indocumentado".

Algunos poseedores de la matrícula, como García, han obtenido claves de identificación fiscal por parte del Servicio de Recaudación Interna, de modo que puedan pagar sus impuestos. El Pew Hispanic Center en Washington, D.C., entrevistó a ciudadanos mexicanos que hacían fila para obtener su matrícula consular en siete ciudades estadounidenses, durante el 2004 y 2005. Detectó que el 53% de los solicitantes no poseía identificaciones expedidas por el gobierno estadounidense.

Los dos bancos más grandes de Minnesota, U.S. Bank con sede en Minneapolis y Wells Fargo de San Francisco, tienen una gran participación en el creciente mercado de las personas que se identifican con la matrícula consular. Ambos comenzaron a aceptar esa cédula en el 2001. Desde entonces, más de 750.000 personas han abierto cuentas de Wells Fargo en el país mediante la matrícula consular, por encima de los 400.000 observados hace un par de años. Además de la matrícula consular de México, Wells Fargo acepta identificaciones similares de Guatemala, Argentina y Colombia.

U.S. Bank no proporciona cifras sobre cuántas personas han abierto sus cuentas con la matrícula consular. Antes que el consulado mexicano inaugurara una oficina en Saint Paul, los directivos dijeron que ese grupo financiero aceptó que se abrieran más de 600 cuentas de cheques durante cuatro días, en agosto del 2004, cuando las autoridades consulares expidieron matrículas en el área. Los grandes bancos no son los únicos que buscan clientes entre los inmigrantes. BankCherokee, con sede en Saint Paul, comenzó a aceptar la matrícula hace tres o cuatro años.

"Nos consideramos participantes en el nivel de banca comunitaria con los latinos", dijo Bill Patient, directivo encargado de verificar el cumplimiento de BankCherokee con las leyes para otorgar crédito a la comunidad. "Este es sin duda uno de nuestros nichos de mercado". Representantes de U.S. Bank y Wells Fargo visitan el consulado mexicano dos veces por semana para dar información financiera a los visitantes. Aunque no es posible abrir cuentas en el consulado ni pedir a la gente información personal, quienes reciben la información pueden visitar posteriormente los bancos.

"Creo que ha sido muy útil para nuestra comunidad el que los bancos realicen esta tarea", dijo Wolf, del consulado. "Hay un beneficio mutuo". El poder adquisitivo de los hispanos en Estados Unidos aumentará 8,1%, a 863.000 millones de dólares en el 2007, de acuerdo con el Selig Center for Economic Growth y la facultad de administración de empresas de la Universidad de Georgia. Los bancos esperan atraer a las personas que llegaron recientemente, para convertirlas en consumidoras a largo plazo.

"Las investigaciones señalan que esta gente no se va", dijo Luis Fitch, director de Uno, una agencia publicitaria en Minneapolis, que se especializa en el mercadeo para el público hispano. El propio Fitch nació en México.

Los inmigrantes "trabajan duro, gastan mucho dinero y quieren la misma tajada del 'sueño americano'. Para ello hace falta crédito". Patient, de BankCherokee, se mostró preocupado por lo que significaría para los inmigrantes la aprobación de una iniciativa como la de Blackburn. "En términos efectivos expulsaría a la gente del sistema financiero principal", dijo. "Ellos sufrirán abusos si están fuera del sistema, pues se les cobrarán más tarifas y tendrán menos capacidad para transferir dinero".