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Merkel presionada, mientras arde polémica por garantías de Grecia

La canciller alemana Angela Merkel enfrenta una oleada de críticas por sus políticas sobre la zona euro, entre ellas un punzante comentario del banco central germano contra el paquete anticrisis acordado por los líderes europeos el mes pasado.

22 de agosto de 2011

Francfort - Mientras tanto, ardía la polémica en el bloque monetario por la exigencia de Finlandia de que Grecia le otorgue garantías a cambio del aporte finlandés a los préstamos de rescate definidos en el paquete europeo, ya que Holanda calificó el acuerdo bilateral entre Helsinki y Atenas de ilegal.

La agencia calificadora Moody's advirtió que la disputa podría terminar retrasando la aprobación del nuevo paquete de ayuda a Grecia, lo que la amenazaría con una cesación de pagos.

Pese a las públicas señales de Merkel el fin de semana de que no se inclinará ante la presión de sus socios europeos y de los mercados financieros para aceptar un bono común de la zona euro, habían señales de creciente nerviosismo por sus decisiones en su propia coalición conservadora.

Poco después de un viaje oficial a los Balcanes en la tarde del martes, Merkel tiene previsto participar en una reunión especial de legisladores de su bloque parlamentario -la Unión Cristiano-Demócrata (CDU) y la Unión Social-Cristiana (CSU)- para responder a los cuestionamiento de los preocupados miembros del Bundestag.

En un reflejo de las preocupaciones en la coalición de Merkel, los líderes de la CDU acordaron hacer que la política gubernamental sobre la zona euro sea el tema central de un congreso partidario a principios de noviembre, que se iba a centrar en educación.

En otros lugares de Europa, la líder germana está siendo acusada de hacer muy poco por salvar el proyecto de bloque monetario, mientras que a nivel doméstico, es acusada por ir demasiado lejos.

Tanto sus socios en el extranjero como sus aliados en Alemania han comenzado a cuestionar su liderazgo frente a la crisis, ya que algunas veces ha aparecido como pasiva cuando trata de satisfacer a los distintos grupos de interés.

"La política parece que se hace día a día. Siempre es reactiva, no proactiva. No hay liderazgo de Merkel y esa es la base del problema", dijo Josef Joffe, editor del respetado semanario alemán Die Zeit a Reuters.

El lunes, el Bundesbank emitió una de sus más fuertes críticas al manejo de la crisis de Europa, en una indirecta alusión a Merkel, al afirmar que los gobiernos corrían el riesgo de convertir al bloque en una "unión de transferencias" en la cual Alemania paga por los pecados de sus socios.

Merkel y sus 16 pares de la zona euro acordaron en la cumbre del 21 de julio en Bruselas una serie de medidas nuevas para combatir la crisis de deuda, que ha empeorado desde fines del 2009 y amenaza ahora con romper al bloque.

Estas iniciativas incluyeron un segundo paquete de ayuda para Grecia y nuevos poderes para el Fondo Europeo para la Estabilidad Financiera (EFSF por su sigla en inglés), el mecanismo de rescate que podrá intervenir en el mercado secundario de bonos para apuntalar a los países una vez que los parlamentos de la zona euro aprueben tales medidas.

"Los últimos acuerdos representan un gran paso adicional hacia la responsabilidad conjunta y la menor disciplina mediante los mercados de capitales", dijo el Bundesbank, que es encabezado por el ex asesor económico de Merkel Jens Weidmann.

Reuters