Home

Noticias

Artículo

Manifestantes temen represalias si Mubarak sigue en el poder

La plaza Tahrir sigue siendo el enclave arduamente conquistado de quienes aspiran a un nuevo Egipto, pero las consignas, las banderas y los puños alzados no logran ocultar el temor de que entre ellos haya un enemigo infiltrado.

9 de febrero de 2011

El Cairo - Tras la euforia inicial de haber hecho tambalear a un estado antes considerado inexpugnable, los manifestantes temen que el presidente Hosni Mubarak o los líderes elegidos por él conserven el poder. Adicionalmente, temen que, en ese caso, el régimen tome represalias como lo ha hecho tantas veces en el pasado: con arrestos masivos y abusos.

Muchos en Tahrir han advertido la presencia de personas que parecen estar fuera de lugar en el epicentro de las protestas. Alzan teléfonos celulares y toman vistas panorámicas. Los manifestantes sospechan que son policías de civil que identifican a la gente. Adicionalmente, temen que si no se producen cambios amplios, las fuerzas de seguridad nuevamente envalentonadas los identificará y arrestará uno por uno.

"Hemos oído hablar de agentes de seguridad de civil en medio de la gente", dijo Salih Abdul Aziz, de 39 años, quien se unió a las manifestaciones durante los enfrentamientos del 28 de enero. "Somos cuidadosos al hablar. Adicionalmente, no hablamos de política con gente que no conocemos bien".

La brutalidad y la corrupción policiales son parte de la vida cotidiana desde hace décadas y el miedo se ha hecho carne en la gente. Una maestra de 30 años que se ha reunido con funcionarios de gobierno para hablar de reformas dijo que uno de los reclamos principales es la derogación de las leyes represivas de emergencia, tal como ha prometido el gobierno.

"Esto debe suceder. Si no, no estamos seguros. Pueden arrestarnos en cualquier momento", dijo la maestra, que por miedo a las represalias se identificó solamente por su nombre, Heba.

Las leyes de emergencia, que amplían los poderes de la Policía y limitan los derechos de manifestación y organización, rigen desde el asesinato del presidente Anwar Sadat en 1981. Mubarak es presidente desde entonces.

Una empleada de la organización de derechos humanos Human Rights Watch dijo que estaba enterada de detenciones y "acoso leve" a personas que iban a la plaza Tahrir con mantas y provisiones para los manifestantes o por supuestas violaciones del toque de queda.

"Hay nuevas denuncias todos los días", dijo la activista Heba Morayef. "No todas tienen un blanco fijo".

AP