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Liberan a millar de trabajadores de hacienda cañera en Brasil

Las autoridades liberaron a más de un millar de trabajadores de una finca cañera en el estado amazónico de Pará, siendo la mayor operación hasta ahora por rescatar a obreros de condiciones degradantes o de esclavitud.

3 de julio de 2007

BRASILIA_ El Ministerio del Trabajo dijo en un comunicado en su sitio de internet el lunes tarde que la operación se cumplió en la hacienda propiedad de la empresa Pará Pastoril e Agrícola SA (Pagrisa) en el municipio de Ulianópolis, a unos 400 kilómetros de Belém, la capital del aquel estado amazónico.

La empresa fue descrita como una de las mayores fabricantes en Pará de alcohol combustible, el nuevo gran rubro que Brasil promociona internacionalmente como alternativa menos contaminante y más barata al petróleo o lo que llama "biocombustibles" producidos a partir de productos como la caña de azúcar, ricino y soya, entre otros.

En Brasil cientos de trabajadores laboran en remotas regiones, viviendo en tiendas de campaña, sin piso, sin agua corriente, ni electricidad ni reciben salarios porque lo deben todo al propietario de la finca por cuenta de compra de alimentos, por ejemplo.

El código penal brasileño define el "trabajo degradante" como el empleo de personas en contra de su voluntad, haciendo uso de coerción o recursos, incluso endeudamiento forzado en tiendas privadas, o amenazas a miembros de la familia.

Las leyes brasileñas contemplan penas de dos a seis años de cárcel y el pago de multas mínimas de 250 reales (unos 128 dólares), por cada trabajador encontrado en esas condiciones.

De acuerdo con el ministerio fueron liberados o rescatados en la finca de Pará 1.108 trabajadores que eran sometidos a condiciones como laborar desde las cuatro de la madrugada hasta el fin del día, con un breve intervalo para el almuerzo, dormían en hacinados alojamientos, sin baños, con cañerías al aire libre y pagaban su comida y medicinas, entre otros descuentos, que hacían que a veces sus salarios líquidos fueran de 10 reales al mes (unos cinco dólares).

La mayoría de los trabajadores eran oriundos de los estados de Maranhao y Piauí, dijo el ministerio, empobrecidas regiones del noreste brasileño.

"Delante de la situación encontrada y de común acuerdo con el representante del Ministerio Público del Trabajo, todos los trabajadores concordaron en ser retirados de la propiedad... Los dueños de la empresa acataron la decisión y ya están adelantando... los pagos de indemnizaciones" a los obreros, indicó el ministerio.

Los pagos ascenderían en total a 1,8 millón de reales (unos 927.000 dólares), dijo un despacho del servicio oficial de noticias Agencia Brasil.

"Las personas dormían unas sobre otras, en hamacas", dijo Humberto Célio, auditor y coordinador del llamado Grupo Móvil de Fiscalización de Trabajo Esclavo del ministerio. Según el testimonio de algunos de los obreros, "estaban allá con la perspectiva de encontrar una situación mejor y poder mandar dinero para (sus) casas", dijo Célio, citado por Agencia Brasil.

Agregó que los trabajadores eran transportados en la finca en un viejo autobús y que a veces debían caminar por horas de regreso a sus alojamientos debido a fallas en el transporte.