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La recesión intensifica el descontento de la Generación X

Están inquietos y tienen los nervios de punta, cansados de esperar por ascensos laborales que no llegan pues por la crisis sus superiores han aplazado su jubilación.

4 de julio de 2010

En estos tiempos difíciles, los estudiosos también están registrando fuertes señales de descontento de parte de la Generación X, también conocida como la "Generación Perdida". Ellos son los estadounidenses que ahora tienen entre 32 y 44 años, nacidos luego de la explosión de natalidad conocida como "Baby Boom", sintiéndose a menudo como olvidados.

 

Un buen número de ellos simplemente está esperando que la economía repunte para que puedan cambiar de trabajo, hallar algo más satisfactorio y obtener lo que creen que merecen. Ah, y también quieren hallar un equilibrio entre su trabajo y su vida.

Suena como la Generación Y, la generación sucesora de la Generación X que incluye a las personas nacidas entre 1982 y 1992, pero no necesariamente es así, dicen los especialistas que estudian las diferentes explosiones en las tasas de natalidad.

"De repente, hemos pasado de ser los jóvenes prometedores a los cascarrabias", afirma Bruce Tulgan, un consultor del fenómeno generacional que ha escrito libros sobre los varios grupos etarios, incluyendo sus compañeros de la Generación X.

No es la primera vez que la Generación X ha enfrentado tiempos difíciles. Alcanzaron la adultez durante una recesión y sobrevivieron el estallido de las empresas punto-com en el 2000. En años recientes, sin embargo, más miembros de la generación — estereotipados antes como individualistas empedernidos — tuvieron familia o empezaron a sentar cabeza de otras maneras. Esta vez, creyeron, para disfrutar los frutos y pagar algunas deudas.

"Nosotros estábamos empezando a comprometernos con el sistema, por lo menos en alguna magnitud", dice Tulgan, "y entonces alguien nos quita la alfombra de los pies".

Con la recesión más reciente, casi dos tercios de los trabajadores de la generación del Baby Boom, de edades que van de los 50 a los 61 años, han dicho que piensan postergar su jubilación, según un estudio reciente de la organización Pew Research.

Entretanto, en el otro extremo del espectro etario está la joven Generación Y, que a menudo cobra salarios más bajos y es codiciada por su manejo de la alta tecnología, aunque muchos miembros de la Generación X se consideran igualmente buenos tecnológicamente.

"Es tan molesto", dice Lisa Chamberlain, otra integrante de la Generación X que escribió el libro "Slackonomics: La Generación X en la edad de la destrucción creativa". "Al principio, los miembros del Baby Boom siempre eclipsaban todo lo demás. Entonces hubo un periodo breve a mediados de la década de 1990 cuando la Generación X era lo de moda", agregó.

"Pero ahora es: '¿Qué están haciendo los recién llegados?'. Es como si los tipos de la Generación Google son la generación de moda''', dijo.

La Generación X puede parecer algo quejumbrosa, pero también hay evidencia de que sus patrones realmente están tomando a sus integrantes por algo seguro.

Por ejemplo, una encuesta hecha este año para Deloitte Consulting LLP, encontró que casi dos tercios de los ejecutivos en compañías grandes estaban más preocupados por la posibilidad de perder a sus empleados de la Generación Y, mientras menos de la mitad de ellos expresaban preocupaciones similares sobre perder a sus trabajadores de la Generación X.

A menudo la suposición es que los miembros de la Generación Y son menos fieles y más propensos a cambiar de trabajo, dice Robin Erickson, gerente con la división de capital humana de Deloitte.

Sin embargo, ella señala que un sondeo asociado entre los empleados encontró que sólo 37% de los trabajadores de la Generación X planea conservar sus trabajos actuales después de que acabe la recesión, comparado con 44% de los miembros de la Generación Y, 50% de los "baby boomers" y 52% de los trabajadores de más de 61 años que contestaron lo mismo.

Todos los encuestados expresaron angustia por la posibilidad de perder sus empleos. Los de las generaciones X y Y se quejaron más por la paga, pero una "falta de avance profesional", fue por mucho la queja más escuchada de parte de los empleados de la Generación X, con 40% dando eso como razón para su inquietud, comparado con el 30% de los de la Generación Y, el 20% de los "baby boomers" y 14% de los trabajadores de más de 61 años.

Los empleados de la Generación Y, entretanto, dijeron más frecuentemente que otras generaciones que la "falta de desafíos en el trabajo" sería una razón por la que lo dejarían. Los "baby boomers" respondieron más a menudo "el mal tratamiento a los empleados" y una "falta de confianza en el liderazgo" de la empresa.

El estudio de Deloitte advierte que ocurrirá un "tsunami" de curriculums vitae una vez que empiece la recuperación económica, sobre todo de parte de la Generación X, y subraya que muchos ejecutivos desconocían las quejas de sus empleados no relacionadas al dinero.

Tales resultados no sorprenden a Rich Yudhishthu, un miembro de la Generación X que trabaja como consultor de desarrollo empresarial en Minneapolis.

"La falta de oportunidades de promoción muy probablemente ha matado la lealtad hacia el empleo", dijo Yudhishthu, de 37 años.

Liza Potts, una profesora de 35 años en la Universidad Old Dominion en Norfolk, Virginia, está de acuerdo, pero también nota que la desilusión laboral estuvo presente por mucho tiempo para la mayoría de su generación.

"Muchos de mis amigos esperaban tener trabajos como los de sus padres: empleos en los que se quedarían para siempre, que los cuidarían como ellos lo hicieron con sus padres, pero entonces vimos que eso comenzó a desmoronarse para nuestros conocidos", agregó, recordando a amigos cuyos padres fueron despedidos de compañías como IBM o tuvieron que cambiar de empleo.

Ahora preocupada por sus propias ejecuciones de hipoteca, deudas y desempleo, su generación tiene perspectivas tan malas como las que enfrentaron sus padres.

"¿Habrá tiempo todavía para convertirse en algo diferente? ¿Simplemente debemos aceptar donde estamos? ¿Hay tiempo en otra parte para renovarse?" pregunta Potts, quien dejó su propia carrera en el sector de los programas informáticos e internet para dedicarse a la academia. Eso ha significado menos ingresos, agregó, pero también más libertad para escoger sus horarios de trabajo y sus proyectos.

En Chicago, el agente de bienes raíces Adon Navarette, de 40 años, ha tomado trabajos extras para poder salir a flote, desde el de consultor para una compañía de suministro de energía hasta empezar su propio negocio. Navarette dice haber escuchado sus pares quejándose de otras generaciones, pero también cree que su propia experiencia con otros baches económicos le ha permitido tener una actitud más elástica.

Este es un momento clave, dice.

"Lo que va a definirme como un miembro de la Generacion X es cómo saldré de esto. Lo que va a definirme es: '¿Qué es lo que he hecho para poder aprovechar el mercado cuando repunte?''', aseguró.

A veces, eso significa trabajar por menos dinero.

Jon Anne Willow, codirectora general de ThirdCoastDigest.com, un cibersitio de artes y cultura en Milwaukee, está entre los patrones que han podido contratar recientemente a candidatos más experimentados para empleos que tradicionalmente ocupan personas de entre 20 y 30 años.

Ellos tienen muchos deseos de trabajar, dice. Como ella lo ve, eso le está dando a sus pares de la Generación X y a los "baby boomers" que ella ha contratado una ventaja distinta por encima de muchos de los candidatos de la Generación Y con los que se ha topado.

"Después que las aguas se calmen, serán exactamente como eran antes y simplemente tendremos que escoger y quedarnos con aquellos que realmente hagan las cosas, con la esperanza de que los demás hallen empleo en el sector de la comida rápida", dice sarcásticamente.

Palabras que suenan verdaderamente como las de una hastiada integrante de la Generación X.

(AP)