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La inflación se estabiliza en China

La inflación en China se mantuvo estable en una tasa del 2,7% durante el mes de julio, una cifra por debajo de los límites máximos marcados por Pekín y que abre la puerta a la implementación de estímulos que frenen la desaceleración del crecimiento de la segunda economía mundial.

9 de agosto de 2013

Según la Oficina Nacional de Estadísticas (NBS), el Índice de Precios al Consumo (IPC) en julio se mantuvo en la misma tasa de crecimiento interanual que el mes anterior, una cifra aún muy por debajo del límite máximo marcado por Pekín para todo 2013, situado en el 3,5 por ciento.

El organismo, que en un comunicado aseguró que los precios al consumidor "se mantuvieron relativamente estables" en julio, atribuyó el 2,7 por ciento de inflación interanual al crecimiento de los precios de los alimentos, que aumentó un 5 por ciento.

Los alimentos representan aproximadamente un tercio de la cesta de la compra típica del consumidor chino.

Según una encuesta a varios economistas realizada por la Academia China de Ciencias Sociales (CASS) publicada el viernes, un 53 por ciento de los encuestados auguran una tendencia al alza de la inflación para el resto del año, mientras que otro 40 por ciento prevé que los precios se mantengan estables.

Por su parte, el Banco Popular de China (PBOC, central) señaló la semana pasada su preocupación por qué la presión inflacionaria se incremente en la segunda mitad del año, por lo que avisó de que "seguirá llevando a cabo una política monetaria prudente y estabilizadora".

En los siete primeros meses del año, el aumento medio de los precios al consumidor se situó en el 2,4 por ciento.

De mantenerse a este nivel, esta inflación "benigna" podría abrir la puerta a que las autoridades aplicaran medidas de estímulo para reactivar la segunda economía mundial, que se ha desacelerado en nueve de los últimos diez trimestres.

Muchos analistas, sin embargo, descartan por ahora cambios importantes en la política monetaria del país como la rebaja de los tipos de interés, que este año no se han tocado.

"A menos que se produzca un gran impacto externo el Gobierno chino no cambiará su política monetaria", aseguró a Efe al respecto el profesor de Finanzas de la Escuela de Negocios China-Europa (CEIBS), Oliver Rui.

En cuanto al Índice de Precios al Productor (IPP), que mide el crecimiento de los precios al por mayor, éste volvió a caer en julio un 2,3 por ciento interanual y acumula así 17 meses de bajadas de forma consecutiva.

La deflación en los precios al por mayor son un indicador de la baja demanda del mercado nacional, en un momento en que la segunda economía mundial se encuentra en medio de una desaceleración económica prolongada.

China creció en 2012 un 7,8 por ciento, y se espera que este año lo haga un 7,5 por ciento, en línea con las previsiones del Gobierno.

De ser así, sería la tasa más baja en 23 años, en un momento en que el país ha empezado a implementar reformas pro-mercado para reestructurar su modelo económico, muy dependiente hasta ahora de su competitividad exterior, para derivarlo hacia uno donde el consumo interno sea el motor de crecimiento.

En este sentido, el Politburó del Partido Comunista de China (PCCh) se comprometió el mes pasado a "afinar la política económica cuando sea necesario", algo que se interpretó como la voluntad de mantener un entorno estable durante la segunda mitad del año en medio de las reformas que lleven a China hacia un crecimiento sostenible a largo plazo.

EFE/D.com