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La Fed revisará su programa de compra de bonos soberanos de E.U

Tras lanzar el mes pasado — entre críticas generalizadas — la recompra por US$600.000 millones de la deuda soberana para apuntalar la economía estadounidense, la Reserva Federal ha decidido valorar ahora su rendimiento y utilidad.

14 de diciembre de 2010

Washington.- El presidente de la Fed Ben Bernanke y sus colegas, los gobernadores de los bancos emisores, se reunirán el martes en su última reunión rutinaria del 2010, aunque no son esperados cambios en su política.

En lugar de ello, los gobernadores examinarán la efectividad del programa, la monetización de la deuda mediante la recompra de bonos soberanos, y analizarán las implicaciones del plan de reducción fiscal pendiente en el Congreso.

Desde que la Fed anunció el 3 de noviembre su segunda ronda de estímulo económico, la bolsa de valores ha experimentado una notable alza, en beneficio de la economía porque la revalorización de la carteras de valores del contribuyente animan a las personas, especialmente los acaudalados, a gastar más.

Por otra parte, las tasas hipotecarias han aumentado, anulando uno de los objetivos fijados por la Fed al iniciar el programa de compra de bonos. La hipoteca a 30 años aumentó de promedio al 4,61%, frente al 4,17% hace un mes, la tasa más baja en 40 años.

La decisión de la Fed de adquirir US$600.000 millones en bonos soberanos para fines de junio tiene como fin fomentar el gasto privado estadounidense, en beneficio de la economía.

Empero, incluso los partidarios del programa advirtieron que el beneficio del programa será modesto e incluso tras ser anunciado por el banco central estadounidense, Bernanke presionó al Congreso para que dotara a la economía de un nuevo plan de estímulo. Bernanke advirtió que la Fed no puede solucionar la atonía del repunte económico sólo por su cuenta.

Sus detractores, desde los legisladores republicanos a miembros del consejo de gobernadores del banco central, temen que la intervención de la Fed pueda desatar la inflación y la especulación en Wall Street al mismo tiempo que menudean sus beneficios en la economía.

 

AP