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La economía china desaceleró en el segundo trimestre por menores exportaciones.

17 de julio de 2008

PEKIN - La economía de China se desaceleró en el segundo trimestre, golpeada por una mayor debilidad en las exportaciones y una serie de restricciones sobre el crédito, mostraron el jueves cifras oficiales que llevaron a algunos bancos a recortar sus estimaciones para todo el 2008.

Además, ahora muchos analistas descartan un alza en las tasas de interés en lo que resta del año.

El Producto Interno Bruto de China creció un 10,1 por ciento a tasa anual en el segundo trimestre, lo que marca una desaceleración respecto de la expansión de 10,6 por ciento registrada en los primeros tres meses de este año, dijo la Oficina Nacional de Estadísticas.

Dada la profundidad de una crisis crediticia global que aún no acaba y una serie de desastres naturales a nivel local, las autoridades dijeron que la economía había mostrado una resistencia sorprendente.

"Este año enfrentamos dificultades y desafíos tanto externos como internos. Sin embargo, la economía mantuvo un crecimiento rápido y estable," dijo el portavoz del ente de estadísticas, Li Xiaochao, en una conferencia de prensa.

No obstante, Li reconoció que la economía enfrenta problemas en el frente de los precios.

Si bien la inflación minorista se desaceleró a un 7,1 por ciento en el año a junio respecto del 7,7 por ciento alcanzado en mayo, los precios al productor se aceleraron a un 8,8 por ciento -la tasa anual más alta desde mediados de los años 1990- desde un 8,2 por ciento.

En ese escenario, China enfrenta el mismo dilema que otras economías: cómo moderar la inflación sin desacelerar el crecimiento.

Los economistas afirman que China podría reaccionar ajustando las políticas ya existentes, en vez de abandonar de manera abrupta su declarada política monetaria "restrictiva."

Algunas medidas podrían ser flexibilizar de manera selectiva algunas restricciones sobre el crédito para apuntalar a sectores ávidos de efectivo como el inmobiliario, aumentar los reembolsos impositivos para los exportadores en dificultades, y eventualmente, desacelerar el ritmo de apreciación del yuan.

"En lo concerniente a la política monetaria, pienso que el banco central tendrá que ajustar detalles en el segundo semestre, flexibilizando las cuotas de crédito de los bancos, lo cual está perjudicando a las firmas pequeñas," dijo Zhao Qingming, economista de China Construction Bank en Pekín.

Goldman Sachs y JPMorgan Chase dijeron que ya no esperan que el banco central chino suba las tasas este año.

Frank Gong de JPMorgan redujo además su previsión para el crecimiento económico de China este año a un 10,2 por ciento desde un 10,5 por ciento.

Aún así, eso marcaría el sexto año consecutivo de crecimiento a un ritmo de dos dígitos en China, que se perfila para desplazar a Alemania como la tercera mayor economía del mundo, detrás de Estados Unidos y Japón.

Los datos de junio publicados junto con las cifras del PIB mostraron que la demanda interna está compensando la debilidad en las exportaciones.

La inversión en activos fijos subió un 29,5 por ciento respecto del año anterior, mientras que las ventas minoristas crecieron un 23 por ciento.

(Reuters)