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La Bolsa de Nueva York rechaza haber sido comprada por alemanes

La Bolsa de Nueva York insistió hoy en que no ha sido comprada por su competidora alemana, sino que ambas han protagonizado una "fusión entre iguales" en un sector que en menos de una semana ha vivido dos importantes operaciones.

15 de febrero de 2011

Nueva York - "No es una venta. Obviamente la capitalización bursátil (de Deutsche Börse) es mayor, todos lo sabemos, pero la gestión es al 50%. Yo soy el director ejecutivo, los Consejos de Administración se reparten y el nombre no va a ser DBNYSE", recalcó hoy Duncan Niederauer, máximo responsable ejecutivo de la entidad gestora de la Bolsa de Nueva York, NYSE Euronext.

En declaraciones al canal CNBC desde el propio parqué neoyorquino el mismo día en que se anunció la fusión de su grupo con Deutsche Börse, Niederauer añadió que la nueva compañía -sobre la que aún se discute el nombre- estará controlada al 55% por estadounidenses.

Ese porcentaje resulta de que el grupo alemán (que controlará el 60% del capital de la nueva firma y 10 de sus 17 consejeros) está participada a su vez por grupos estadounidenses.

Así, y según fuentes citadas por ese canal, el 55% de los accionistas de la que será la mayor bolsa del mundo serán estadounidenses, un 11% alemanes, otro 11% británicos y el 23% restante de otros países.

"A mí no me parece que sea una toma de control, así que debemos dejar de venderlo como tal", reclamó el directivo en respuesta a los temores expresados desde múltiples frentes políticos, empresariales y sociales de que el símbolo del capitalismo por excelencia deje de estar bajo control estadounidense para pasar a manos alemanas y que el mercado de este país pierda influencia e independencia.

En ese mismo sentido se expresó hoy el alcalde neoyorquino, Michael Bloomberg, quien se vio forzado a emitir un comunicado en el que asegura que la operación "reafirma la posición central que Nueva York sigue teniendo en el sistema financiero internacional".

"El mundo no se detiene y tampoco puede hacerlo la Bolsa de Nueva York. Pese a todos los esfuerzos de la última década por diversificar la economía neoyorquina -apuntó-, los servicios financieros siguen siendo un sólido baluarte de puestos de trabajo de clase media para la región y para todo el país".

El alcalde valoró que la nueva entidad vaya a mantener una sede en Nueva York y aseguró que "servirá de modelo para otros mercados", pero desde otros ámbitos políticos ya se ha amenazado con tratar de impedir la operación.

Por ejemplo, el senador demócrata por Nueva York Chuck Schumber insistió hoy en que el nombre de la compañía debe comenzar por "NYSE" y, si no, advirtió que recurriría a los reguladores para tratar de impedir la operación.

Por ello Niederauer también reclamó a CNBC, como "uno de los mayores grupos de información financiera", que dejara de hablar de "adquisición" en lugar de una "fusión entre iguales".

A su turno, el consejero delegado de Deutche Börse (y el presidente de la futura empresa), Reto Francioni, insistió en que la unión "reforzará el rol de Nueva york como capital financiera del mundo y el de Fráncfort como capital financiera europea".

Mientras se negocian detalles como el nombre y se trabaja para lograr la aprobación de las autoridades de defensa de la competencia, aumentan los rumores de que CME Group, el mayor mercado de futuros del mundo, con sede en Chicago, puede presentar una contraoferta por el grupo neoyorquino.

Así, Rirchard Torrenzano, ex vicepresidente del NYSE, aseguró hoy en declaraciones a la prensa que no sería extraña tal oferta o alguna parecida y recordó que en menos de una semana se han anunciado dos grandes fusiones en el sector (la de hoy y la de los mercados de Londres y Toronto).

"Cuando ocurre algo así todo el mundo se pone a mirar al resto del sector", agregó.

Sin embargo, CME Group -que se había especulado que se aliaría con el Nasdaq para pujar por el NYSE- emitió hoy un comunicado en el que descartó su interés.

"Seguimos comprometidos -apuntó- con la creación de valor para nuestros accionistas mediante la estrategia de aprovechar las oportunidades de crecimiento orgánico en el negocio de derivados, expandirse a nivel internacional y ampliar nuestra capacidad en los mercados OTC (over the counter) y de índices".

CME ya acometió hace unos cinco años una agresiva política de adquisiciones -entre ellas del Chicago Board of Trade y la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex)- para convertirse en el mayor mercado de futuros del mundo. EFE