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Inflación británica se desacelera, expectativa de más estímulo

La inflación británica se desaceleró en noviembre por segundo mes consecutivo, alineándose con los pronósticos del Banco de Inglaterra y generando expectativas de que el banco central tendrá margen para proveer de estímulo adicional a la economía el próximo año.

13 de diciembre de 2011


La menor alza en los precios de los alimentos, transporte y vestimenta ayudó a que la inflación de precios al consumidor bajara al 4,8 por ciento anual, en línea con las previsiones y su menor nivel desde agosto, informó el martes la Oficina Nacional de Estadísticas.

En octubre, la inflación se desaceleró por primera vez desde junio a un 5,0 por ciento.

El Banco de Inglaterra (BoE por su sigla en inglés) ha previsto que la debilidad del crecimiento económico llevará a la inflación por debajo de la meta del 2 por ciento a fines del 2012.

Esto ha llevado a la mayoría de los economistas a creer que el BoE inyectará 75.000 millones de libras esterlinas adicionales a la economía en febrero, cuando su actual plan de compras de activos termine.

La última señal de descenso en la inflación refuerza esta creencia, dijeron economistas.

"El BoE ha estado planteando por algún tiempo que la inflación de precios al consumidor caerá bruscamente una vez que las presiones alcistas temporales pasen", dijo Howard Archer, analista de IHS Global Insight.

"De este modo, un alivio cuantitativo adicional de parte del BoE se ve incluso más inevitable a inicios del 2012, para tratar de impulsar a la complicada economía", agregó.

El economista jefe del BoE, Spencer Dale, dijo que la inflación probablemente caiga a un poco más del 3 por ciento en marzo, pero agregó que el ritmo inflacionario después de eso será clave para el rumbo futuro de la política monetaria.

Las mayores presiones a la baja sobre la inflación anual vinieron de los precios de los alimentos y las bebidas no-alcohólicas, que se elevaron su menor ritmo desde julio del 2010, así como del transporte, ropa y muebles, dijo la agencia.

Las mayores contribuciones al alza de los precios fueron el alcohol y el tabaco.

Los precios de la electricidad, gas y otros combustibles treparon a una tasa del 20,9 por ciento anual, el ritmo más acelerado desde febrero del 2009.

La inflación de precios minoristas, que incluye más costos de vivienda y es una referencia para la revisión de los salarios, cayó al 5,2 por ciento desde un 5,4 por ciento, pero se mantuvo por encima de las previsiones de un descenso al 5,1 por ciento.