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¿Ha caído EEUU en una depresión económica?

2 de marzo de 2009

WASHINGTON  — Es un hecho que Estados Unidos ha caído en una severa recesión. Pero ¿qué tan severa? ¿Se puede decir que ha caído en una depresión?

La Gran Depresión —así, con mayúsculas— fue la catástrofe económica ocurrida entre 1929 y 1933. Cundía el desempleo, se alargaban las filas de hambrientos, el mercado bursátil andaba por el piso.

Pero no es tan fácil decir si estamos o no en una depresión, aunque todos están de acuerdo en que no ha ocurrido una desde la debacle de los años 1930.

Una recesión es fácil de definir: cuando acaecen dos trimestres económicos de contracción económica sucesiva. También es una recesión cuando la Oficina Nacional de Investigaciones Económicas así lo determina.

Pero definir una depresión es mucho más complicado.

Se dice que una depresión es una contracción económica que dura por lo menos tres años, que sea mayor del 10% y que porte un desempleo mayor del 10%. La crisis actual todavía no ha alcanzado tales dimensiones: tiene 15 meses, la contracción es de 6,2% y el desempleo asciende a 7,6%.

Hay otra definición que dice que una depresión es una recesión sostenida durante la cual la población se ve obligada a vender artículos personales para poder pagarse sus gastos diarios. Eso sí está ocurriendo, por lo menos para algunas personas.

"Probablemente estamos en una depresión actualmente, pero no lo podremos decir con certeza sino hasta dentro de varios años, porque eso se sabe sólo después de ocurrido", opina Peter Morici, profesor de economía en la Universidad de Maryland.

Morici añade que una depresión es una recesión que "no se autocorrige" porque hay problemas fundamentales en la economía, como por ejemplo bancos inservibles o un déficit comercial excesivo.

Quizás el que define una depresión es el mundo corporativo. Tony James, presidente de la empresa de inversiones Blackstone, calificó esta era de depresión durante una teleconferencia la semana pasada.

La Gran Depresión es sin duda el ejemplo más representativo de este fenómeno. El desempleo superó el 25%, la economía se contrajo 27% y el mercado bursátil perdió el 90% de su valor.

Y aunque es verdad que el año pasado fue el peor para la bolsa estadounidense desde la época de Gran Depresión, el índice Dow Jones tendría que perder 5.000 puntos más para equiparar el descalabro de aquellos días.

Pocos economistas anticipan que esta crisis será algo parecido, pero nadie lo sabe a ciencia cierta, y nadie puede predecir realmente si este declive se tornará en depresión, o cuándo.

 

(AP)