Home

Noticias

Artículo

Gobierno de Obama cambia de tono en comercio exterior

18 de mayo de 2009

(WASHINGTON) El gobierno del presidente Barack Obama trazó el lunes una línea que busca separarlo de las sospechas de proteccionismo y lo pone en terreno de promotor del comercio como opción de un renovado florecimiento de las empresas y trabajadores y de la propia economía nacional.

"Este es el momento de deponer nuestras armas, salir de nuestros búnkers y empezar a apoyar importantes iniciativas según sus méritos y no a rechazarlas por causa de una tradición", afirmó su mensajero, Ron Kirk, director de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR).

En la primera presentación de su tipo en Washington, Kirk habló no sólo de una apertura de Estados Unidos al comercio mundial y la gestión hasta su aprobación de los tratados de libre comercio con Colombia, Panamá y Corea del Sur, sino de la necesidad de que el Congreso deje de lado sus tradicionales trincheras de resistencia para permitir el avance hacia los nuevos objetivos.

Mencionó como una de esas trincheras al llamado Programa de Asistencia por Ajuste Comercial, que propone compensaciones a los trabajadores estadounidenses que, como resultado de los tratados comerciales firmados por Estados Unidos, hayan perdido sus empleos o hayan sido afectados de otra manera.

Kirk dijo que este programa, que los demócratas y sindicados tomaron como escudo en su enfrentamiento con el gobierno del presidente George W. Bush, que se negaba a transigir en ciertos beneficios, tenía la comprensión de Obama, pero no había que perder de vista tampoco la urgencia de una amplia actividad comercial.

"Comercio y expansión comercial son también necesarios para la recuperación económica de Estados Unidos y el mundo", dijo Kirk ante un auditorio de unos 300 empresarios, diplomáticos y analistas en la Cámara de Comercio de Washington.

Kirk habló de un "trabajo dinámico" del gobierno para lograr propósitos inmediatos en la aprobación de los tres tratados de libre comercio negociados por Bush y que serían enviados en los próximos meses al Congreso por Obama.

Sin embargo, dijo que también trabaja simultáneamente en objetivos "para los próximos meses y años" inspirado por una dinámica mundial nunca antes vista.

"Nuevos y grandes protagonistas están emergiendo", dijo mencionando específicamente a Brasil, India y China.

El cambio de retórica no solamente es un distanciamiento de Obama de su posición preelectoral de que era necesaria "una moratoria" de tratados comerciales en tanto se evaluaban los resultados de los acuerdos ya vigentes, sino también un alejamiento del pensamiento del propio Kirk.

Durante su audiencia de confirmación hace dos meses en el Senado, Kirk había dicho que si bien trabajaría por un comercio internacional sin trabas lo haría convencido de que esa actividad "no favorece" a todos los estadounidenses.

Kirk habló incluso en esa oportunidad de un trabajo conjunto con México sobre cómo resolver el impedimento estadounidense para que camiones mexicanos de carga ingresen a territorio estadounidense.

Esos camiones debieron estar ya ingresando desde comienzos de la década por mandato del Tratado de Libre Comercio para América del Norte, acuerdo que a su vez recibió la amenaza de Obama durante la campaña de ser "renegociado" si llegaba a la presidencia, una promesa que al parecer está condenada al olvido.

Kirk —quien negocia los tratados internacionales a diferencia del secretario de Comercio, que los hace cumplir— dio a entender que la aprobación de los tratados de libre comercio ya negociados eran la primera prioridad de la agenda de Obama.

Luego le seguían la culminación de la ronda Doha de nuevos términos del comercial mundial y una mayor proyección de Estados Unidos hacia el Asia.

 

 

(AP)