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Gobierno boliviano en dudas con Brasil, Argentina y Chile

El ministro Julio De Vido llegó a Santa Cruz para reunirse con el ministro de Hidrocarburos, Carlos Villegas, quien debió dejar su despacho en La Paz dedicado a negar versiones sobre la eventual reactivación de un plan de exportación de gas a Norteamérica y ahora frente a una nueva posibilidad de enviar gas a Chile.

2 de octubre de 2006

La Paz.- El gobierno recibió el lunes al ministro de Planificación de Argentina para negociar nuevos acuerdos sobre venta de gas, en medio de temores sobre la posibilidad de que el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, hacia quien el ejecutivo boliviano no disimulaba simpatías, no logre la reelección.

El viernes, el presidente de la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Juan Carlos Ortiz, confirmó que Bolivia no tiene la producción suficiente de gas para atender un nuevo contrato con Argentina y otros eventuales, y que sólo tendrá posibilidades de atender esa demanda si se invierten 800 millones de dólares hasta 2009.

De Vido había visitado en varias oportunidades Santa Cruz, al este, para negociar con el gobierno un nuevo acuerdo de compra de gas, para abastecer la creciente demanda interna de su país.

El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, no escondió sus preocupaciones por la segunda vuelta en la que deben dirimirse las elecciones presidenciales de Brasil, el 29 de octubre.

En declaraciones el lunes al diario La Razón, Quintana señaló que el nuevo turno en Brasil "dilataría las negociaciones" con ese país, ya de por sí complejas después de que la brasileña empresa Petrobras rechazara decisiones unilaterales del gobierno de Evo Morales tras la nacionalización de los hidrocarburos que decretó en mayo.

Quintana no escondió su afecto hacia Lula, frente su oponente Geraldo Alckmin, pese a que las relaciones entre Planalto y Morales parecen haberse enfriado, después de que el mandatario brasileño revelara que advirtió al boliviano sobre la nacionalización, que no pusiera una "espada" en su cabeza, porque él haría lo propio.

"Esta segunda gobernabilidad permitirá hacer ajustes en su política exterior y, con respecto a Bolivia, nosotros abriremos la esperanza de llevar adelante acuerdos energéticos mucho más notorios, mucho más firmes, de más largo plazo...", indicó Quintana, brazo derecho de Morales.

En tanto, el gobierno guardaba silencio respecto de una versión del diario santiaguino La Tercera, reflejado por la prensa nacional el lunes, de que el gobierno de Morales estuvo negociando la posibilidad de comprar acciones en una termoeléctrica del norte chileno para proveerla de gas boliviano.

La dirección de prensa del Ministerio de Hidrocarburos dijo que el caso podría motivar alguna aclaración en las próximas horas. De momento, la versión no ha sido negada, ni corroborada.

En tanto, Villegas rechazó el fin de semana versiones del semanario nacional Energy Press de que el plan de un consorcio hispano-británico de exportar gas a Estados Unidos y México se habría reactivado.

Villegas dijo que no olvida la revuelta de 2003, que dejó 60 muertos, supuestamente en contra de ese proyecto, que se basaba en la posibilidad de que la exportación se hiciera por Chile, país ante el que Bolivia perdió su costa en la guerra que los enfrentó en 1879.

 
Fuente: AP