Home

Noticias

Artículo

Funcionarios europeos en sesión "caótica" sobre crédito para Grecia

Los representantes europeos se enzarzaron el martes en un encendido debate sobre si otorgan — y con qué condiciones — un nuevo crédito de contingencia a Grecia, dijo el martes un funcionario del Viejo Continente.

31 de mayo de 2011

Bruselas - Los funcionarios de la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional concluirán antes del jueves un examinen de la contabilidad griega y las medidas de austeridad que debería haber adoptado, para determinar si se justifica un nuevo crédito de contingencia, según el funcionario.

Esos representantes se encuentran en Atenas desde hace casi un mes, analizando la adopción de las medidas de austeridad y la privatización de bienes estatales prometidas por el gobierno de Atenas a cambio de un préstamo de contingencia de 110 millones de euros (US$157.000 millones) otorgado hace un año.

Además, han examinado la contabilidad presentada por Grecia para ver cuánto dinero necesitará —y no tiene— de cara a los años fiscales de 2012 y 2013.

Al mismo tiempo de la auditoría realizada en Atenas, los gobiernos europeos y las instituciones financieras analizan varias propuestas que podrían facilitar la concesión de nuevos créditos a Grecia.

Hasta ahora no ha sido logrado un consenso entre los países de la eurozona sobre la concesión de nueva ayuda, según el funcionario.

"Realmente, es una negociación muy caótica", dijo un segundo funcionario europeo. "Hay una gran cantidad de propuestas pero a todas ellas se opone alguien", agregó.

Ambos funcionarios hablaron con The Associated Press bajo condición del anonimato debido a que continúan las negociaciones.

Los representantes de los Ministerios de Hacienda, que volverán a reunirse el miércoles en Viena, analizan una "asistencia técnica" potencial para Grecia en la recaudación de impuestos y el programa de privatización, dijeron ambos funcionarios.

Esa intervención internacional en los asuntos financieros internos de un país de la eurozona sería una medida sin precedentes que seguramente ocasionaría una enconada oposición en Grecia.

Además, algunos países presionaron a Grecia a fin de que ofrezca una garantía real a cambio de nuevos créditos, que podría ser ejecutada en caso de que el gobierno heleno no devuelva la ayuda recibida.

A principios de mes, los legisladores europeos plantearon la posibilidad de pedir a los acreedores privados, como bancos y fondos de inversiones, que otorgaran a Grecia más tiempo para pagar sus bonos, a lo que se opuso tajantemente el BCE.

Los funcionarios del BCE advirtieron que incluso con una "reestructuración tan suave", la medida podría ser considerada por los inversionistas una moratoria de pagos, lo que desataría un pánico en los mercados financieros similar al ocurrido tras la bancarrota del banco de inversiones estadounidense Lehman Brothers.

Pese a esos temores, ambos funcionarios dijeron que sigue siendo negociada la posibilidad de pedir a los acreedores que amplíen los plazos de vencimiento de los bonos soberanos griegos que poseen.

Un acuerdo final sobre la nueva ayuda dependería de los países e instituciones que la otorguen, medida que deberá ser confirmada en la reunión de ministros de Hacienda en junio, dijo uno de los funcionarios.

Además del encuentro del 20 de junio, existe una "gran probabilidad" de que los ministros se reúna de forma extraordinaria la semana que preceda al encuentro, agregó.

Los gobiernos de la eurozona esperan que Grecia adopte nuevas medidas de austeridad que reduzcan su déficit al 3% del PIB para 2014, según las normas de la UE. El año pasado Atenas tuvo un déficit de 10,5% del PIB y la UE calcula que de continuar la presente tendencia cerrará 2011 con un déficit del 9,5%, dos puntos más que la meta fijada.

Su informe detallará las nuevas medidas de austeridad para acortar el déficit presupuestario de este año y la mejor forma de privatizar bienes raíces y activos corporativos estatales en los próximos años para evitar la bancarrota del país, agregaron los funcionarios, que hablaron a condición de guardar el anonimato debido a que continúan las negociaciones.

En los últimos meses quedó diáfanamente claro que los créditos otorgados el año pasado son insuficientes para evitar la bancarrota de Grecia en los próximos dos años, al continuar la recesión y carecer el gobierno heleno de acceso a los mercados internacionales de bonos.

Grecia debería haber recaudado unos 27.000 millones de euros el próximo año y una cantidad similar en 2013 para empezar a pagar parte de su deuda soberana, pero ya que la tasa de interés en los bonos a 10 años supera el 16%, es altamente improbable que lo logre.

Muchos de los países ricos en las 17 naciones de la eurozona no ven con buenos ojos la lentitud con que el gobierno griego adopta sus reformas y medidas de austeridad, así como los 50.000 millones de euros en privatizaciones que debería haber servido de repunte económico y reducir una deuda nacional que alcanza el 150% del PIB.

Además, exigen garantías de que les será devuelto el principal invertido, con intereses, ya que sus contribuyentes recelan de una ayuda que consideran no merecida y otorgada a un gobierno carente de disciplina fiscal.

 

 

Ap