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Fuerte oposición de productores a nuevos TLC

La audiencia se realizó como parte también del debate para compulsar posiciones privadas sobre la eventualidad de una renovación de la ley de promoción comercial o "fast track" que permite negociar tratados internacionales que no sean modificados por el Congreso, así como de la extensión de las preferencias comerciales andinas para Ecuador y Bolivia que expiran ambas en junio.

8 de marzo de 2007

Washington.- El Comité de Finanzas del Senado oyó el jueves testimonios mayormente de oposición a la ratificación de nuevos tratados de libre comercio (TLC) con Perú, Colombia y Panamá por parte de empresarios y sindicalistas estadounidenses.

Andy Warlick, miembro de la cámara empresarial Consejo Nacional de Organizaciones Textiles (NCTO o National Council of Textile Organizations) pidió más bien aprobar cambios en la política comercial para evitar la pérdida de empleos y promover las inversiones en Estados Unidos.

Dijo que en cinco años el Congreso ha aprobado 10 TLC que "han aumentado drásticamente el acceso al mercado estadounidense de productos textiles hechos por extranjeros, y disminuido también drásticamente las oportunidades de exportación de los textiles estadounidenses".

El gremio textil representa una industria de 70.000 millones de dólares al año en Estados Unidos. De ese total, 16.000 millones fueron exportados en 2005 principalmente a países en desarrollo, convirtiendo a la nación en el tercer exportador textil del mundo. El senador Chuck Grassley, principal miembro republicano del comité y un entusiasta del comercio exterior, dijo que los granjeros, rancheros, fabricantes y proveedores de servicios "esperan que nosotros hagamos lo correcto".

"Necesitamos continuar abriendo nuestros mercados y reduciendo las barreras no arancelarias a nuestras exportaciones", afirmó. "Y yo creo que tenemos una oportunidad inmediata de hacerlo (con los tratados con Perú, Colombia y Panamá)".

Según Grassley, el Buró Agrícola calcula que cuando se hayan implementado totalmente, los acuerdos con Perú y Colombia significarán 1.500 millones de dólares en exportaciones adicionales para la agricultura.

Robert Baugh, director ejecutivo de la federación sindical AFL-CIO, otro de los testigos en la vista legislativa, dijo que "la mayor parte del costo de este mal llamado modelo de globalización la pagan los trabajadores, las familias de los granjeros y los productores estadounidenses".

"Pero, lo que nos afecta a todos es la creciente desigualdad y erosión de las protecciones para la seguridad del consumidor, la salud pública y el medio ambiente".

 

 

AP