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Francia va a desplegar radares de velocidad "invisibles"

Los servicios de Seguridad Vial en Francia anunciaron que van a desplegar nuevos radares "invisibles", que irán camuflados a bordo de vehículos que circularán sin distintivos policiales.

28 de febrero de 2013

París - Los nuevos dispositivos, que empezarán a funcionar a partir del próximo 15 de mayo, estarán ocultos bajo la matrícula delantera del coche y controlarán automáticamente a quienes circulen por delante.

"La novedad es que estos radares van a efectuar controles a partir de vehículos insertados en la flota de circulación. El objetivo es fundirse con los automovilistas", explicó a la prensa el responsable del departamento de control automático de Seguridad Vial, Aurélien Wattez.

Para que este sistema funcione, es necesario que la diferencia de velocidad entre el vehículo de policía y la del conductor sea superior a 20 kilómetros por hora, lo que excluye las pequeñas infracciones.

"Este sistema sirve para recordar que hay que respetar la velocidad en todas partes y no únicamente donde está señalado", agregó Wattez.

Inicialmente habrá veinte vehículos equipados con estos radares aunque el objetivo de Seguridad Vial es incrementar el número de automóviles hasta 300 en el plazo de tres años, para completar el parque de radares convencionales.

Desde las asociaciones de automovilistas se han recibido los nuevos radares con reservas pues entienden que son imprecisos, que deberían de tener cámaras de 360 grados y no solo frontales y suponen que los agentes que se destinen a este sistema reducirán la eficacia de otros controles.

Según los servicios de Seguridad Vial de Francia, los radares automáticos instalados en las carreteras han contribuido a rebajar la velocidad media de circulación en 10 kilómetros por hora, lo que representa entre un 45 y un 50% menos de muertes en carretera relacionadas con el exceso de velocidad.

Los excesos de velocidad son responsables del 26% de los accidentes mortales en las carreteras de Francia, que el año pasado se cobraron 3.645 víctimas de las que el 21% eran jóvenes de entre 18 y 24 años.

Con los nuevos radares, que cuestan 70.000 euros la unidad incluido el vehículo en el que van instalados, las autoridades francesas esperan evitar 2.000 muertes en el horizonte de 2020. 

EFE/D.com