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Exempleados de Pan Am recuerdan "aquellos maravillosos años" de la aerolínea

Antiguos empleados de la aerolínea estadounidense Pan Am se reúnen desde hoy en Miami para recordar "aquellos maravillosos años" en que viajar en avión conllevaba un glamour que ahora parece en peligro de extinción.

20 de octubre de 2011

"Daba igual en qué ruta estuvieras, tanto en Nueva York, como en Miami o en San Francisco. Era una maravilla porque nos quedábamos en los mejores hoteles", explicó a Efe Ana Lacombe, quien trabajó como azafata de vuelo durante 27 años en la que fuera la aerolínea estadounidense más importante durante seis décadas.

La exazafata, que acude a la reunión de exempleados organizada coincidiendo con el 20 aniversario de la desaparición de Pan Am (1991), tenía la sensación de que "le estaban pagando unas vacaciones".

"Pan Am tenía también la cadena hotelera Intercontinental y era allí en donde nos hospedamos. Comíamos en los mejores restaurantes, salíamos por ahí con el resto de la tripulación. Era como una familia, nadie se quedaba solo", puntualizó.

Pan American World Airways, conocida como Pan Am, se fundó en marzo 1927 y al año siguiente se puso en marcha el primer vuelo que hacía la ruta entre Key West (Florida) y La Habana (Cuba).

En aquellos tiempos en que la aviación comercial estaba poco desarrollada, esta compañía creó unos estándares de atención al cliente y de exigencia a sus empleados que ahora resultan difíciles de creer.

"Los pasajeros tenían más respeto a las azafatas. Era una profesión. Hoy en día la gente no les presta atención, y a veces les faltan el respeto. Y una de las razones es que viaja mucha más gente que antes", explicó Lacombe, que, como sus compañeras, debía tener idiomas, estudios, educación y exquisita presencia.

Además, "los pasajeros iban muy bien vestidos y eran muy educados", según Lacombe. "Es increíble lo de ahora. Los pasajeros entran con pantalones cortos, con chancletas. La gente ha perdido la costumbre de vestirse bien para ir en avión".

Su excompañera Joanell Pernstein explicó a Efe que por entonces viajar con facilidad era un lujo que su trabajo le ponía al alcance de la mano: "Siempre volaba a París cuando necesitaba unos zapatos, a Teherán para comprar caviar, Hong Kong o Bangkok para tener joyas. Y si quería buena comida italiana, sólo tenía que volar a Italia".

Tras el cierre de Pan Am, recordada también por muchos por el enorme cartel con su nombre que presidía uno de los rascacielos más emblemáticos de Manhattan, sus exempleados han tratado de mantener el contacto a través de distintas organizaciones.

"Existe el grupo de los pilotos, el de las esposas de los pilotos, el de las azafatas, ..." relató a Efe Alicia Cubota Smith, otra exazafata.

Y es que parece que la imagen de Pan Am vuelve a estar en auge, al menos, en Estados Unidos.

De hecho, la cadena norteamericana ABC estrenó recientemente una ambiciosa serie de televisión basada en historias de su tripulación en los años 60.

Lacombe, que acudió a la entrevista ataviada con el primer uniforme que había utilizado en 1964, reconoció haber visto el estreno de la serie, al igual que muchas de sus antiguas compañeras.

"No reflejaba demasiado el espíritu de la compañía, porque una lo ha vivido en primera persona y sabe todos los detalles", afirmó.

Parte de los actos de la convención que comenzó hoy tienen lugar en la sede central de Pan Am en Miami, ahora reconvertida en escuela de aviación y punto de peregrinación de turistas que pueden comprar allí tazas, platos, llaveros e, incluso, los uniformes que usaban los miembros de la tripulación.


EFE