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Ex secretaria de Madoff empieza a cumplir arresto domiciliario en Nueva York

Annette Bongiorno, secretaria personal de Bernard Madoff durante cuatro décadas y a quien se acusa de participar en la gigantesca estafa del ex financiero, empezará hoy a cumplir arresto domiciliario en Long Island, Nueva York, después de que una jueza neoyorquina aceptara su libertad bajo fianza.

8 de enero de 2011

Nueva York - En una vista celebrada hoy en el Tribunal Federal del Distrito Sur de Nueva York, Bongiorno, que antes había permanecido en libertad vigilada en su casa de Florida y que esta semana fue trasladada a Nueva York, donde permanecía retenida, consiguió que la jueza Laura Taylor Swain redujera su fianza de 5 a 3 millones de dólares.

Sin embargo, la jueza decidió hoy concederle esa rebaja, aunque a cambio del arresto domiciliario tendrá que llevar un dispositivo electrónico de vigilancia y el acceso a sus finanzas le ha sido restringido.

Bongiorno fue detenida en Florida el pasado 18 de noviembre acusada de haber ingresado en cuentas a su nombre cerca de 920.000 dólares desde 1975 hasta 2008, aunque llegó a contar con hasta 14 millones de dólares.

La fianza de la ayudante, que podría enfrentarse a una pena máxima de 75 años de prisión, fue fijada en ese momento en 5 millones de dólares, y desde entonces sus representantes legales habían intentado reducirla, algo que le negaron a finales de diciembre.

Según la magistrada de Nueva York, Bongiorno tenía suficientes activos para poder escapar de Estados Unidos y evitar los cargos de los que se le acusa.

La Fiscalía federal de Manhattan acusa a Bongiorno de haber "desempeñado un papel vital" en el fraude del ex financiero ya que "protegió y perpetuó año tras año el espejismo de Madoff, mientras se embolsaba dinero en sus propios bolsillos".

Madoff, de 72 años, cumple una condena a 150 años de cárcel en una prisión de Carolina del Norte por mantener un esquema Ponzi (una fraudulenta pirámide financiera en que los ingresos de nuevos participantes sirven para pagar los intereses prometidos a los anteriores), que él mismo cifró en unos 50.000 millones de dólares.

 

EFE