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Especuladores de mercado no influirán política británica: Brown

23 de enero de 2009

LONDRES- La política económica británica no será influenciada por los especuladores en los mercados financieros, dijo el viernes el primer ministro Gordon Brown,

mientras las preocupaciones se intensifican por las fuertes caídas de la libra esterlina y el deterioro de la economía.

La velocidad a la que la economía ha ido en reversa -se contrajo a su ritmo más rápido desde 1980 en los tres meses a diciembre- y las preocupaciones sobre cómo está funcionando la respuesta del Gobierno han asustado a los mercados financieros en los últimos días.

El prominente inversor internacional Jim Rogers dijo esta semana que la libra esterlina estaba "acabada" y que la gente debería evitar invertir en Gran Bretaña. La libra tocó el viernes un mínimo de 23 años contra el dólar y un mínimo récord contra el yen.

"Si ustedes creen que vamos a construir nuestra política alrededor de los comentarios de unos cuantos especuladores que quieren hacer que el dinero salga de Gran Bretaña, entonces ustedes están muy, muy equivocados, en realidad", dijo Brown.

Por ahora, los responsables de política monetaria británica parecen contentos con permitir el descenso en el valor de la libra, debido a que da un muy necesitado margen competitivo a los exportadores locales en un momento de desaceleración de la demanda mundial. Se espera que la caía de la libra impulse la economía.

El gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, reiteró ese sentimiento en un discurso a principios de esta semana.

Pero la caída en la libra esterlina está causando fricción en Europa -el principal socio comercial de Gran Bretaña- y en el país, donde los conservadores opositores la han calificado de una prueba de desaprobación global de las políticas del gobernante Partido Laborista.

El líder conservador David Cameron ha advertido que la decisión de Brown de pedir prestado miles de millones para tratar de reiniciar la economía ha dejado a Gran Bretaña "corriendo el riesgo" de ser forzada a acudir al Fondo Monetario Internacional en busca de ayuda de emergencia.

Fue un Gobierno laborista que tomó la última decisión de ese tipo en 1976.

"Creo que es correcto advertir acerca de eso, creo que es algo responsable de hacer", dijo Cameron a los reporteros. "No quiero que el Gobierno empeore las cosas en su próximo presupuesto en marzo", agregó.

Brown describió los comentarios de Cameron como un "comportamiento irresponsable".

Datos oficiales mostraron que Gran Bretaña había entrado a su primera recesión desde principios de los años 1990. La economía se contrajo un 1,5 por ciento en los tres meses a diciembre y se espera que continúe contrayéndose por algún tiempo más.

Ese deterioro ha hecho que los pronósticos del Gobierno para una recuperación en el segundo semestre de este año luzcan demasiado optimistas. 

(Reuters)