En compras estatales dentro del TLC, Colombia no teme

El capítulo de compras estatales ha sido uno de los puntos más críticos en la negociación del tratado de libre comercio Andino-EE.UU.. La experiencia de Perú, que ya culminó las negociaciones oficialmente, muestra a un país con una posición sumamente defensiva o pasiva con un umbral de participación de US$175.000 como piso para que las empresas estadounidenses liciten en las compras estatales.

Por su parte, Colombia ha elegido la posición más ofensiva, que fija un umbral de US$58.000 para la participación de empresas de EE.UU. en las compras del Estado colombiano; que a su vez es efectivo para las empresas colombianas en territorio gringo.

Precisamente EE.UU. había propuesto estos dos como los umbrales límites para trabajar el tema de compras públicas, que muestran a Colombia como un país que confía en que sus empresas también podrán competir efectivamente en EE.UU. para quedarse con diversas compras públicas.

De acuerdo con los conocedores del tema, Perú logrará con un umbral de US$175.000 bloquear la participación de proveedores de EE.UU. en muchas de las compras estatales y pondrá un tope alto para que sus empresas puedan llegar a competir en EE.UU..

Los umbrales acordados serían ajustados cada dos años con variaciones hacia arriba, lo que hace que elegir la posición defensiva no parezca ser lo más indicado. A su vez, el tema de las compras públicas ha sido uno de los pocos negociados bilateralmente, lo que permite definiciones precisas por país.

Según la información que se tiene hasta el momento solo ocho estados de EE.UU. han aprobado el capítulo de compras públicas con Perú. Florida, Texas, Illinois, Nueva York y Puerto Rico son alguno de ellos. En el caso del TLC entre Centroamérica, República Dominicana y EE. UU. (DR-Cafta) lo aceptaron 24 estados.