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En 2007, las Cajas capacitaron a75.181 potenciales empresarios

10 de septiembre de 2008

Las 47 Cajas de Compensación Familiar que funcionan en el país adelantan una serie de programas que apoyan la generación de empleo, el autoempleo y fortalecen en diferentes áreas de la empresarialidad.


Desde 1982, las Cajas, con los recursos que obtienen del aporte empresarial, están facultadas para otorgar créditos familiares con los que se pretende fortalecer a los trabajadores vinculados para que puedan iniciar una industria familiar. Esta es una labor de emprendimiento que les permite desarrollar una actividad paralela a la laboral. En ese sentido, las Cajas, mediante la línea de Crédito de Fomento para Empresas Familiares, entregaron, en 2007, más de 2.458 millones de pesos distribuidos en 949 créditos.


Estos empréstitos son utilizados por lo beneficiarios para capital de trabajo, libre inversión, reparaciones locativas y adquisición de activos para el desarrollo de sus actividades de emprendimiento. El 91.5 por ciento de estos créditos son entregados a familias con ingresos mensuales inferiores a cuatro salarios mínimos.


Así mismo, a partir de la Ley 789 de 2002, que creó el Fondo de Promoción de Empleo y Protección al Desempleado, Fonede, las Cajas tienen la potestad de entregar subsidios a personas que queden sin empleo así hayan estado vinculadas o no a las Cajas de Compensación Familiar. En este propósito, las Cajas han asignado desde 2003, 370.015 subsidios al desempleo por un monto de 219.798 millones de pesos. Solamente el año pasado, se asignaron 41.837 millones de pesos en subsidios para desempleados vinculados a las Cajas y 11.031 millones de pesos a desempleados no vinculados.


El programa Fonede, de las Cajas, contempla también la capacitación para el empleo, destinado a las personas, que además de recibir un subsidio, tienen la alternativa de recibir capacitación para su reingreso al mercado laboral. En esta, que también es una labor de emprendimiento, las Cajas invirtieron, en 2007, más de 33.740 millones de pesos que beneficiaron a 75.181 potenciales empresarios.


Estos son apenas algunos cifras del aporte que hacen las Cajas en programas de emprendimiento y autoempleo, y que entran a engrosar el compromiso con el que las Cajas de Compensación Familiar, a través de Asocajas, se vinculan a la RED NACIONAL DE EMPRENDIMIENTO que se suscribe, mañana en la ciudad de Cali, para el fomento definitivo a la cultura de emprendimiento en Colombia.


Adicionalmente, las Cajas brindan capacitación y acompañamiento a jóvenes emprendedores para la creación de empresas. Los emprendedores reciben capacitación en Espíritu Empresarial, Generación de Ideas y Plan de Negocios; reciben asesorías básicas y especializadas para la puesta en marcha de la empresa, acceso a ferias y concursos empresariales, mentoría y, reciben apoyo para el acceso a recursos financieros.


Además, desarrollan en convenio con otras entidades como el Sena, las Alcandías, agencias de cooperación internacional, y fundaciones para el desarrollo empresarial, diferentes intervenciones que buscan el beneficio de los participantes en el empresarismo, el fortalecimiento y desarrollo empresarial y la generación de una cultura emprendedora.


Como una respuesta a los problemas de jóvenes desplazados o en alto riesgo social y de conflicto, las cajas desarrollan programas de emprendimiento que no solamente buscan comprender su situación social sino también promover su inserción laboral (empleo o autoempleo) como una alternativa a su proyecto de vida.


Adicionalmente, las Cajas han venido desarrollando una estrategia para la creación de centros empresariales con el propósito de brindar capacitación y apoyo en tareas de comercio exterior o el desenvolvimiento mismo de las empresas, de cara a esos nuevos escenarios mundiales en el tema del comercio. En ese contexto, cada Caja desarrolla su centro y lo ubica en su zona de influencia.


Las Cajas también están incursionando en la constitución de fondos, generalmente con entidades departamentales, universidades e incubadoras de empresa, que trabajan con microempresas que no tienen acceso al sistema crediticio. La participación de las cajas en esos fondos es temporal, de entre cinco y siete años, porque actúan como impulsores de este tipo de empresas. Ejemplos de ellos son los fondos que tienen constituidos Comfandi, en el Valle del Cauca, y Comfama, en Antioquia.