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Empresario intenta unificar a oposición argentina

El empresario Juan Carlos Blumberg, que cobró notoriedad nacional por su campaña en favor de "mano dura" con la delincuencia, luego del secuestro y asesinato de su único hijo, confirmó el martes que incursionará en la política y que intentará unir a todos los opositores al presidente Néstor Kirchner en las elecciones presidenciales de octubre.

16 de enero de 2007

Buenos Aires.- Blumberg, de 68 años, ingeniero de ideas conservadoras, declaró a la emisora Radio 10 que "decidí hacer política. Yo no decidí todavía nada sobre postularme. Me tengo que hacer un examen médico todavía. Lo que pensé es reunir a todos los que se pueda, sin bandería política, en torno a propuestas concretas".

Desde que su único hijo Axel, de 22 años, fue secuestrado y asesinado por una banda de malvivientes en marzo de 2004, a pesar de que se pagó el rescate exigido, Blumberg se convirtió en paladín de una campaña por leyes más duras con la delincuencia. Uno de sus reclamos fue que se modificara las leyes penales para reducir al mínimo las libertades condicionales y que se castigara a los menores de edad que delinquen, con la misma severidad aplicada a los adultos.

En abril de 2004 Blumberg, hasta entonces un desconocido, reunió en la Plaza del Congreso a una multitud de 100.000 personas en respaldo de sus demandas.

La irrupción pública de Blumberg sorprendió al gobierno y a toda la clase política. El Congreso, en sesiones a las que asistió el empresario, modificó varias leyes según sus recomendaciones, en un trámite luego criticado por diversos juristas, por haber introducido confusión y contradicciones en la legislación penal.

Blumberg declaró que su objetivo es agrupar a la fragmentada oposición en los comicios presidenciales de octubre para discutir coincidencias programáticas. Invitó a varios aspirantes presidenciales: el ex ministro de economía Roberto Lavagna, el empresario derechista Mauricio Macri, el gobernador del Neuquén Jorge Sobisch, el economista Ricardo López Murphy y la diputada centrista Elisa Carrió.

"Quiero reunirme con todos, para crear y hacer políticas de Estado a largo plazo", declaró.

Salvo Carrió, que rechazó la invitación, y Lavagna que guardó silencio, el resto de los convocados la acogieron favorablemente.

Existe consenso entre los observadores políticos de que si la oposición concurre fragmentada a las elecciones, enfrentará una casi segura derrota en manos de Kirchner, si se postula a la reelección, o de su esposa, la senadora Cristina Fernández. Todas las encuestas conocidas asignan al gobiernista Frente para la Victoria, representante de la izquierda peronista, una holgada mayoría sobre todos sus rivales.

 

AP