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El presidente alemán quiere que Volkswagen suba sus ventas

El presidente de Alemania, Christian Wulff, abogó hoy por que la fábrica lusa de Palmela, que produce vehículos del grupo Volkswagen, aumente sus ventas y consiga colocar una quinta parte de su producción en el mercado ibérico.

11 de febrero de 2011

Lisboa - En visita oficial a Portugal, Wulff pidió un "esfuerzo" para que la unidad Autoeuropa -situada a 30 kilómetros al sur de Lisboa- gane la producción de más modelos con el objetivo de conquistar cuota de mercado en la Península Ibérica a través de "Seat en España y Volkswagen en Portugal".

El jefe de Estado alemán estuvo acompañado por su homólogo portugués, Aníbal Cavaco Silva, quien mostró su satisfacción por el éxito de la fábrica de Palmela, inaugurada en 1995 cuando el propio Cavaco era primer ministro del país.

Esta unidad es "la mayor inversión alemana en Portugal, que contribuye significativamente a las exportaciones portuguesas, para la creación de riqueza y empleo", manifestó el presidente luso.

Autoeuropa, donde trabajan cerca de 3.000 personas, tiene una capacidad máxima instalada cercana a los 200.000 vehículos por año y fabrica los modelos Scirocco, Eos, Alhambra y Sharan.

Wulff, que llegó el jueves a Portugal, y se ha entrevistado con las principales autoridades del país, abordó también las relaciones luso-germanas y la situación de Portugal, que sufre su peor crisis económica de los últimos 30 años.

"Portugal podrá, en el futuro, confiar en Alemania. Alemania será un socio fiable, también en el ámbito del fondo de rescate, en lo que se refiere a las decisiones tomadas a nivel europeo", aseguró.

Wulff, cuyos principales poderes son esencialmente sancionar las leyes y velar por el cumplimento constitucional, defendió además "una cultura de estabilidad" en todos los países de la zona euro y apeló por poner en práctica "medidas claras".

"Necesitamos un mecanismo permanente de gestión de crisis y una regulación de los mercados financieros", sostuvo Wulff.

Asimismo, elogió los "pasos valientes" adoptados por el Gobierno de Portugal, que ha puesto en vigor un duro plan de ajuste fiscal cuyo objetivo es reducir en casi tres puntos el déficit del país, hasta al 4,6 %, a finales de este año.

Las medidas de austeridad del Ejecutivo socialista de José Sócrates, incluyen un recorte de la inversión y el gasto del Estado y de los salarios de los funcionarios, aumento de los impuestos, reducción de subsidios sociales y congelación de las pensiones.

 

(Efe)