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El FMI mejora el crecimiento de la eurozona, pese a los países periféricos

El FMI mejoró este viernes las perspectivas de crecimiento de la zona euro, que crecerá este año un 2%, cuatro décimas más que lo previsto en abril, aunque también constata un aumento en los riesgos que planean sobre los países periféricos.

17 de junio de 2011

Washington - Para 2012, el organismo espera un crecimiento del 1,7%, una décima menos que hace dos meses.

En su revisión del informe de Perspectivas Económicas Mundiales difundido hoy, el FMI deja claro que la aceleración en el crecimiento económico europeo descansa sobre dos países: Alemania y Francia, gracias a un mayor optimismo inversor.

Alemania crecerá este año un 3,2%, siete décimas más de lo que se preveía hace sólo dos meses, y el año próximo un 2%, una décima menos que en abril.

El FMI ha elevado el crecimiento previsto para Francia este año en cinco décimas, hasta el 2,1%, y para el año que viene lo eleva una décima, hasta el 1,9%.

Otros países de la zona euro no salen tan beneficiados, Italia ve rebajada sus expectativas de crecimiento en una décima, hasta el 1%.

España permanece sin cambios con respecto a abril, un 0,8% para este año y un 1,6% para el próximo, cifras que siguen estando por debajo de la previsión del Gobierno (1,3% y 2,3%, respectivamente).

En el informe, el FMI indica que los mercados siguen preocupados por los riesgos en la deuda soberana de algunos países de la periferia de la zona euro, que están registrando aumentos importantes en sus primas de riesgo.

Cita en concreto el caso de Grecia, donde los mercados siguen preocupados sobre la determinación y capacidad política del Gobierno para hacer los ajustes económicos necesarios y asegurarse los fondos para llevarlos a cabo.

El FMI advierte de la posibilidad de que las dudas que pesan sobre los riesgos soberanos se acaben trasladando a la banca -dueña de parte de esta deuda- y esto provoque una reacción en cadena que acabe traspasando las fronteras de la zona euro.

Esta situación ha provocado bajadas en las calificaciones crediticias de países como Grecia, Irlanda y Portugal, países con dificultades para alcanzar el consenso necesario para abordar reformas estructurales y avanzar en la consolidación fiscal.

Como consecuencia de estos factores, y también debido a la suave desaceleración que se está registrando en Estados Unidos, el FMI constata que ahora existe una mayor volatilidad financiera mundial.

 

 

 

Efe