El BCE muestra gran preocupación por las presiones inflacionistas

El Banco Central Europeo (BCE) ha mostrado hoy gran preocupación por el aumento de las presiones inflacionistas y ha reiterado que mantendrá una estrecha vigilancia sobre los precios en la zona euro. En su boletín mensual de noviembre, publicado hoy, el BCE ha señalado que "los riesgos alcistas para la estabilidad de precios justifican una actitud de extrema vigilancia". Además, la entidad monetaria europea considera que "resulta necesario mantener una extrema vigilancia ante la abundancia de liquidez y el intenso crecimiento monetario y del crédito en la zona del euro". El presidente del BCE, Jean Claude Trichet, ha reiterado últimamente que el banco europeo puede subir el precio del dinero en cualquier momento y ha mostrado una creciente preocupación por la subida de la tasa de inflación tras el encarecimiento de los precios de la energía. Tras casi dos años y medio sin una variación en los tipos de interés en la zona euro, el BCE prepara a los mercados para el próximo ascenso, que contribuirá a frenar la subida de la inflación. Algunos analistas consideran que esta medida se producirá a finales del primer trimestre del próximo año pero los mercados financieros ya han comenzado a especular con una posible subida, incluso, el próximo diciembre. El BCE ha añadido hoy que "es esencial que el incremento de la tasa de inflación actual no se traduzca en un aumento de las presiones inflacionistas a medio plazo". Además el instituto de crédito europeo considera de extrema importancia que "las expectativas de inflación permanezcan firmemente ancladas en niveles compatibles con la estabilidad de precios". En este sentido, el BCE ha recordadoque "los recientes incrementos de los precios energéticos han llevado las tasas de inflación a niveles significativamente superiores al 2%". De acuerdo con la estimación preliminar de Eurostat, la tasa de inflación interanual medida se situó en el 2,5 por ciento en octubre del 2005, una décima menos que en septiembre. El BCE prevé que "es probable que la tasa de inflación continúe siendo elevada a corto plazo" y supere el nivel que establece adecuado para mantener la estabilidad de precios a medio plazo, cercana pero siempre por debajo del 2%.