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El alza de los combustibles podría tener efecto catapulta

Pero hay indicios de que el aumento de 6 años y del 270% en los precios del crudo está haciendo impacto en los consumidores y los negocios, y que eso podría reducir el crecimiento de la demanda.

15 de diciembre de 2007

Nueva York.- El agudo aumento del petróleo a casi 100 dólares el barril durante este año aumentó los costos de los viajes, las prendas de vestir, los productos de belleza y la leche, y muchos analistas creen que los precios de los combustibles se mantendrán a niveles históricamente altos durante todo el 2008.

Pero los precios récord de los combustibles podrían sembrar la semilla de su propia destrucción. Junto con la crisis de la vivienda, contribuyen a una depresión económica que está minando el apetito nacional por la energía.

"La cura para los precios elevados son precios más elevados", comentó Tim Evans, analista del Citigroup Inc. en Nueva York.

Eso no significa que el petróleo caerá en picada... a menos que haya una recesión severa, dijo Evans, quien opina que los precios bajarán a unos 70 dólares el barril. En vista de dichos pronósticos, la OPEP podría decidir reducir la producción, como lo hizo el año pasado, para impedir que los precios bajen demasiado.

Otros factores también mantendrán un piso relativamente alto debajo de los precios. La demanda se está expendiendo en China, India y el Oriente medio. Y la inestabilidad política en países productores como Irán, Irak y Nigeria ha suscitado preocupaciones por posibles perturbaciones en el suministro. Estas preocupaciones han hecho que los bancos y los fondos de riesgo hagan enormes apuestas sobre el petróleo, inversiones que a su vez impusieron mayor presión sobre los precios.


Varis analistas elevaron a 75 dólares el barril sus pronósticos para el precio durante el 2008. Y muchos anticipan que la apretada capacidad de refinación nacional aumentará los precios de la gasolina en la primavera, posiblemente amenazando el récord de mayo de 3,227 dólares el galón.

"Soy un poco más prudente acerca de dónde vamos y cuándo", afirmó Frank Ban, residente en Bensalem, Pensilvania, junto a su automóvil Chrysler en Filadelfia. "Porque si reduzco un poco más la calefacción en casa, los caños se podrían congelar".

Una familia típica en Estados Unidos gasta el 3,8% de sus ingresos llenando el tanque de un solo vehículo, en comparación con el 1,9% del 2002, según el Servicio Informativo sobre el Precio del Petróleo. No parece un porcentaje muy alto, pero combinado con los aumentos de precios de otros bienes y servicios dependientes de la energía, el ingreso familiar se ve significativamente afectado.


Por cierto los precios de bienes de consumo como la carne y la leche han subido en estos días, en parte debido a los enormes aumentos de los combustibles que agobian a los agricultores. El costo del maíz, usado para alimentar al ganado, está subiendo debido a la demanda de la industria del etanol. Los costos del transporte también aumentan, como el costo de las botellas de plástico y los neumáticos de goma, fabricados con crudo.

"Eso se puede apreciar bien en los almacenes", comentó Ban.

En muchas compañías, particularmente en el sector del transporte, los programas para compensar los altos precios de los combustibles han pasado de ser proyectos laterales para incorporarse a la estrategia central del negocio.
Además de los aumentos crecientes, AMR Corp., la casa matriz de American Airlines, está empleando tractores para trasladar los aviones desde las mangas de entrada de pasajero a los hangares en vez de depender de los mismos motores de los aviones, a fin de reducir el consumo de combustible.

Nagle Cos., una compañía de camiones de transporte con sede en Ohio, ha renegociado la financiación con prestamistas para disponer de efectivo y mantener en marcha sus 70 unidades, dijo el director general Ed Nagle.


Incluso Just Born, fabricante de golosinas en Bethlehem, Pensilvania, está aumentando los precios de sus Peeps, Hot Tamales y TeeneeBeanees para compensar los incrementos en los combustibles. Just Born está trabajando para asegurarse de que las máquinas de sus plantas funcionen a sus mayores niveles de eficiencia y recuerdan a los empleados apagar las máquinas y las luces cuando no están en uso.

El costo creciente de los productos petroquímicos _sin mencionar el transporte_ aumenta a su vez el precio de todo tipo de bienes de consumo. Por ejemplo, el lápiz labial y otros cosméticos derivados del petróleo han subido un 7% en los últimos doce meses, según Marshal Cohen, analista principal del NPD Group en Nueva York. Los precios de las prendas de vestir han aumentado del 3% al 5% en el mismo período, agregó Cohen.

Los fabricantes han hallado que pequeños cambios pueden conducir a grandes ahorros de energía. Gary Jones, director del ambiente, la salud y la seguridad en Printing Industries of America, dijo que los impresores comerciales están ahorrando todo lo posible apagando las máquinas de aire comprimido cuando no las usan, instalando sensores de movimiento para encender y apagar las luces automáticamente, y apagando las computadoras por la noche.

Hay muchos indicios de que se está desacelerando el crecimiento de la demanda petrolera.

La Agencia Internacional de Energía redujo recientemente sus pronósticos para el 2008 aduciendo que la demanda petrolera mundial subirá un 2,3% en el 2008 a 87,7 millones de barriles diarios, en comparación con su cálculo anterior de un incremento del 2,5% a 88,2 millones de barriles diarios. Y BP PLC dice que el consumo petrolero ha crecido a tasas establemente menores en los últimos tres años, bajando a una tasa de crecimiento del 0,7% en el 2007, bien por debajo de los promedios históricos.

Los precios del petróleo han caído el 11% desde que llegaron a su máximo nivel de 99,29 dólares el barril el 21 de noviembre, en parte debido a que la OPEP aumentó su producción. El cartel incrementó sus cuotas de producción en 500.000 barriles diarios el 1 de noviembre. Algunos miembros están produciendo por encima de sus cuotas, ya sea para aprovechar los mayores precios o, en el caso de Arabia Saudí, para contribuir a reducir los precios suficientemente como para mantener en marcha la economía mundial.

Las compañías petroleras se han beneficiado enormemente con los elevados precios. Pero el crecimiento de las ganancias se está desacelerando debido a que están cayendo los márgenes de refinación, la diferencia entre lo que las compañías pagan por el petróleo que refinan y lo que reciben por el producto que venden. El aumento este año de los precios del petróleo ha superado los aumentos en los precios de la gasolina y el diesel.

Mientras los crecientes precios de los combustibles afectan el crecimiento económico estadounidense, su impacto se ha visto contrarrestado en parte por los progresos en la eficiencia.

Lester Lave, profesor de economía en la Escuela de Negocios Tepper de la Universidad Carnegie Mellon, señala que desde la crisis petrolera a principios de la década del 80, Estados Unidos ha reducido a la mitad su uso de energía por unidad del producto interno bruto. La economía depende menos de la manufactura, y además ha mejorado la tecnología de motores de aviones, camiones y automóviles, dejando que consumidores y negocios obtengan mayor rendimiento con menos combustible. También se han ganado eficiencia en sectores como la calefacción de las viviendas familiares.

"Nos hemos convertido en una economía de mucho mayor eficiencia energética que en el pasado", dijo Lave. Los gastos generales en energía representan un 5,7% de los ingresos después del pago de impuestos, según Standard & Poor's, bien por debajo del récord del 7,9% en 1981. "Es por esto que el crudo a 100 dólares no está causando un desplome económico", señaló Daniel Lippe, directivo de Petral Worldwide Inc. en Houston.

AP