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EEUU estudia seguridad comercial para empleados del sector servicio

20 de mayo de 2008

Washington.- Una ley para ayudar a obtener la aprobación de tres pactos de libre comercio pendientes en el Congreso podría calificar a millones de trabajadores del sector servicios de Estados Unidos para recibir asistencia del Gobierno si sus empleos son mudados al exterior.

La asistencia incluiría desde trabajadores de bajo salario que registran datos hasta analistas financieros que ganan altos sueldos. Durante décadas, sólo trabajadores en las fábricas han sido elegibles para un reentrenamiento de trabajo y beneficios de desempleo extendidos bajo el programa federal de asistencia de ajuste comercial (TAA por su siglas en inglés).

Los demócratas quieren extender el programa al enorme sector de servicios, haciéndolo "clave para todo en el frente comercial. No puedo ver los acuerdos de libre comercio moviéndose en el Congreso hasta que algo sobre el TAA se haga," dijo Greg Mastel, asesor de la firma de abogados Akin Gump Strauss Hauer & Feld.

Incluso si se logra, el presidente George W. Bush enfrenta un gran desafío para obtener la aprobación de acuerdos de comercio con Colombia y Corea del Sur antes de que deje su cargo en enero, aunque un tercero con Panamá pudiera ser menos problemático, dijo Mastel.

Cada año, aproximadamente entre 50.000 y 60.000 trabajadores estadounidenses que han perdido sus empleos debido a la competencia extranjera se enrolan en el programa TAA, que provee hasta dos años de reentrenamiento y apoyo con ingresos a un costo de alrededor de 900 millones de dólares anuales.

La Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés) estimó que un proyecto de ley aprobado el año pasado por la Cámara de Representantes para permitir que los trabajadores desplazados del sector público y la industria de servicios reciban la ayuda, se ampliaría eventualmente hasta 80.000 por año e impulsaría los costos en alrededor de 6.200 millones de dólares durante 10 años.

Bush ha dicho reiteradamente que quiere trabajar con el Congreso sobre una ley para reformar el programa que ya lleva décadas, pero amenazó con vetar el proyecto de ley de la Cámara de Representantes. Una razón que dio la oficina de presupuesto de la Casa Blanca para un posible veto fue que el proyecto de la Cámara de Representantes "no articula claramente" que las pérdidas de trabajo deben ser causadas por el comercio para que los trabajadores del Gobierno y del sector servicios reciban ayuda.

La Casa Blanca también ha frustrado a algunos defensores de la reforma TAA al no haber presentado su propia propuesta. "Sería más constructivo si el Gobierno estuviera dispuesto a proponer su propio plan, en lugar de sólo oponerse a lo que el Congreso está proponiendo," dijo Howard Rosen, director ejecutivo de la Trade Adjustment Assistance Coalition.

Ahora mismo, las mejores esperanzas de un acuerdo descansan en las conversaciones entre el presidente de la Comisión de Finanzas del Senado, el demócrata Max Baucus, y el senador republicano Charles Grassley. Al igual que la Casa Blanca, Grassley ha dicho que quiere asegurarse que sólo los trabajadores de la industria de servicio que pierdan su trabajo debido a comercio sean elegibles para la ayuda del Gobierno.

Grassley dijo también que creía que la aprobación del proyecto de ley de reforma TAA sería suficiente para persuadir a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, a programar una votación sobre el acuerdo de libre comercio con Colombia, aunque ella tomó medidas el mes pasado para bloquear una acción al respecto.

Con el tiempo, el número de empleos de la industria de servicio estadounidense que se trasladan a países con salarios más bajos pudiera alcanzar varios millones, aunque un porcentaje más pequeño de empleos de la industria de servicios que de puestos de trabajo de fábricas son considerados "disponibles para el exterior."

 

Reuters