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Decisión argentina de cancelar deuda genera controversias

El anuncio se produjo dos días después de que Brasil le comunicara al organismo que saldará su deuda de unos US$15.500 millones antes de cerrar 2005.

16/12/2005
16 de diciembre de 2005

Disgustado con los que critican su decisión de cancelar la totalidad de su deuda externa con el FMI, el gobierno argentino dijo el viernes que las objeciones provienen de "dirigentes de baja estofa" (poca monta).

Mientras, el empresariado se mostraba ampliamente de acuerdo con el anuncio del jueves de pagarle al Fondo Monetario Internacional una deuda de 9.810 millones de dólares, el arco político opositor lo miraba con desagrado.

"No faltan los dirigentes de baja estofa que se aprovechan para ver si pueden sacarle alguna cosa", se quejó el ministro del Interior Aníbal Fernández, molesto con las críticas a la medida anunciada por el presidente Néstor Kirchner, que fue totalmente inesperada.

Fernández, en declaraciones a la prensa, dijo que cuando el presidente de Brasil Luiz Inacio Lula Da Silva anunció la cancelación de la deuda con el FMI "nadie cuestionó" esa medida.

El ministro aclaró, además, que el pago se realizará con "reservas no indisponibles, es decir, aquellas que están por encima de las que garantizan la reserva monetaria ciento por ciento".

Cualquiera sea la forma de pago, los políticos no están de acuerdo.

La Unión Cívica Radical (UCR), partido del ex presidente Raúl Alfonsín, dijo en un comunicado a la prensa que la cancelación de la deuda es "una medida a todas luces innecesaria".

"(El presidente Néstor) Kirchner no ha explicado por qué sale a pagar de golpe una deuda que tiene financiamiento a bajo interés", dijo la UCR. "Tampoco ha explicado por qué cancela rigurosamente al contado la deuda que tiene con el peor acreedor, que fue el que peor nos ha tratado".

El senador independiente Rodolfo Terragno dijo que el anuncio del gobierno "es una sobreactuación inconducente" ya que "el dinero comprometido había que multiplicarlo, no regalárselo al acreedor".

Para el secretario general del Partido Comunista, Patricio Echegaray, "por su carácter ilegítimo y fraudulento (la deuda) no solo no debería ser pagada por adelantado, sino que debería ser cuestionada y discutida por el parlamento".

El ex presidente Carlos Menem dijo que la medida del gobierno "es una fuga hacia adelante".

Según Menem, el gobierno "hace lo contrario de lo que quería hacer, generando nuevos problemas financieros para un país que necesita de la confianza internacional y de las inversiones".

El presidente de la Federación Económica de la provincia de Buenos Aires, la principal del país, calificó de "histórica" la decisión del gobierno porque "significará recuperar la total independencia económica".

Y para el titular de la Sociedad Rural Argentina, Luciano Miguens, "es un signo de confianza para los inversores y los mercados" financieros mundiales.

Kirchner dijo en su anuncio que se pagará "a fin de año la suma total adeudada de capital por 9.810 millones de dólares" recurriendo a las reservas del Banco Central, que actualmente ascienden a 27.000 millones de dólares.

El anuncio se produjo dos días después de que Brasil le comunicara al organismo que saldará su deuda de unos US$15.500 millones antes de cerrar 2005.

Kirchner no precisó la fecha del pago pero dijo que "a partir el 1 de enero el trabajo argentino ya no va a ir más a pagar esta deuda. El trabajo argentino estará volviendo a los argentinos".