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Cumbre de UE analiza la crisis irlandesa y su posible contagio

Ministros de finanzas de la Unión Europea luchaban el martes por evitar que la crisis de deuda de Irlanda se vuelva otra tragedia financiera como la de Grecia que pudiera hacer trastabillar al euro y una de sus opciones era brindar asistencia al golpeado sistema bancario irlandés.

16 de noviembre de 2010

Bruselas.- El primer ministro irlandés, Brian Cowen, dijo durante un discurso ante el parlamento en Dublín que su gobierno no está buscando ni necesita un rescate financiero de la Unión Europea como el que salvó de la bancarrota a Grecia en mayo. Reiteró que su gobierno está financiado en su totalidad hasta mediados de 2011.

No obstante, un eventual apoyo a los bancos de Irlanda aliviaría algo de la presión financiera que pesa sobre el gobierno.

Apenas unos meses después de salvar de la bancarrota a Grecia, la eurozona de 16 países se ha visto sacudida por la preocupación de que Irlanda no será capaz de soportar el costo de rescatar a sus bancos, que se metieron en problemas cuando el pujante mercado de bienes raíces del país se derrumbó y se suspendieron los reembolsos de préstamos riesgosos.

El temor más grande es que el pánico financiero salte de Irlanda a otros países vulnerables, como Portugal y España, y que ponga en peligro la estabilidad del euro. La inestabilidad de Irlanda encarece los préstamos para estos países y amenaza con empujarlos al borde de la moratoria, como ocurrió con Grecia.

El comisionado de Asuntos Monetarios de la Unión Europea, Olli Rehn, dijo que durante la reunión en Bruselas, los ministros de Finanzas de la UE trabajaban con el Banco Central Europeo (BCE), el Fondo Monetario Internacional y los gobiernos nacionales, enfocando la atención en los bancos irlandeses.

"La Comisión (Europea), junto con el BCE, el FMI y las autoridades irlandesas están trabajando para resolver los problemas graves del sector bancario irlandés y espero que el eurogrupo apoye este objetivo", dijo Rehn.

"Esto no es una cuestión de la supervivencia del euro, sino de un problema muy grave en el sector bancario de Irlanda", enfatizó.

Limitar el contagio —que el pánico de los mercados salte de un país débil al siguiente— es la prioridad del encuentro.

Portugal, uno de los miembros más pequeños de la eurozona con 1,8% de la economía regional, es señalado por algunos como un gobierno que ha hecho menos que los irlandeses para sanear sus finanzas y retomar el control de la deuda y el déficit presupuestal.

A continuación sigue España, con una carga de deuda soberana proporcionalmente más pequeña, pero con una economía en punto muerto que es tan grande —11,7% de la producción de la zona del euro— que podría presentar un desafío mucho mayor si llega a necesitar ayuda.

El ministro irlandés de Asuntos Europeos, Dick Roche, insinuó que otros miembros de la UE entraron en pánico sobre cómo manejar la factura del rescate bancario de 45.000 millones de euros (US$61.000 millones) de Irlanda, así como su déficit presupuestario. Este probablemente aumente este año a un pasmoso 32% del producto interno bruto, un récord para la Europa de la posguerra.

El presupuesto del gobierno cayó profundamente en los números rojos después que cinco de sus bancos tuvieron que ser rescatados cuando estalló en el país la burbuja de los bienes raíces, en 2008.

El rendimiento de los bonos de Irlanda subió de nuevo el martes, indicando una creciente preocupación entre los inversionistas a pesar de que Dublín ha rechazado reiteradamente las versiones de que podría requerir acceso a los fondos de respaldo financiero de la UE, de 750.000 millones de euros (US$1 billón).

En el intercambio bursátil vespertino, el rendimiento de los bonos de Irlanda a 10 años llegó a 8,24%, frente al 7,94% del cierre del lunes.

 

AP