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"Cuentapropistas" celebran créditos pero lo que quieren es mercado mayorista

Los "cuentapropistas" cubanos, como se conoce en la isla a los trabajadores privados, han acogido positivamente la decisión del Gobierno de abrir créditos para impulsar el sector, pero consideran que el mayor problema sigue siendo la falta de un mercado mayorista donde abastecerse.

31 de marzo de 2011

La Habana - El Gobierno ha anunciado una nueva política bancaria de créditos y préstamos a particulares, previsiblemente para estimular el incipiente y aún limitado sector privado resultante de las reformas económicas que impulsa el presidente Raúl Castro para hacer frente a la crisis que arrastra el país.

Varios "cuentapropistas" habaneros consultados hoy por Efe encontraron buena la medida, aunque algunos consideran que llega tarde. Pero en lo que coinciden todos es que la creación de un mercado mayorista es la iniciativa que "no puede esperar más".

Norma, de 65 años y titular de una peluquería en un céntrico barrio de La Habana, dijo hoy a Efe que la decisión de abrir créditos es "muy buena", pero el Gobierno demoró su salida, el "momento idóneo se perdió" y los bancos perdieron una buena oportunidad de cobrar intereses.

"Es una lástima que no haya salido en la fecha en que se abrieron las licencias (octubre de 2010), porque ya todo el mundo hizo su inversión", opinó Norma, quien recurrió al préstamo de amigos en 2010 para abrir su exitoso local, una deuda que ya casi ha pagado.

Jorge, de 68 años y dueño de una pizzería-restaurante, recibió ayuda de parientes en España y Estados Unidos para el negocio, y considera que la nueva política bancaria podría beneficiar a los cubanos de bajo nivel adquisitivo que quieran lanzarse al trabajo privado.

"De momento no me hacen falta más fondos. Aquí el problema es la distribución de los productos porque no hay un surtido mayorista y completo para nadie", indicó.

"A veces tenemos que andar La Habana entera para conseguir cualquier cosa, ahora mismo no encuentro picante", añadió.

La falta de ese mercado mayorista obligó al Gobierno a "liberar" la venta de productos como el azúcar, que antes sólo se ofertaba mediante la cartilla de racionamiento y a precios subsidiados.

La prensa oficial también se ha hecho eco de la problemática existente con la demanda de otros productos como el pan, ya que los clientes de a pie y los privados del sector gastronómico tienen que compartir la misma oferta y la misma cola.

Muchos "cuentapropistas" consideran que para que el emergente sector privado salga adelante el Gobierno debe "limar" contradicciones básicas entre las exigencias de los inspectores estatales, los impuestos a pagar, la poca difusión de las leyes, el "bajo" poder adquisitivo de los cubanos, y los precios, muchas veces en divisas, de los materiales que se necesitan para trabajar.

Para Yanira, de 28 años y a cargo de una cafetería que oferta dulces, jugos y comida, al Gobierno las cosas le "han salido mal" y en el sector privado hay mucha gente "decepcionada", explicó a Efe.

"No se debieron haber abierto las licencias sin condiciones. Yo vendo comida y no puedo conseguir en Cuba ni una nevera de conservación", dijo.

Sobre la nueva política bancaria, opinó que es una "idea capitalista" y "tendrá consecuencias mayores" en un país donde nadie está acostumbrado a perder propiedades ni ser castigado por la ley por no cumplir con los pagos.

Con algunas de estas opiniones coincide el economista disidente Óscar Espinosa que valora positivamente la anunciada política de créditos y la ve como un síntoma "de que empieza a haber tendencias de sentido común" en el Gobierno, pero es una medida que "por sí sola no resuelve los problemas".

"Es necesaria una visión más integral", dijo hoy a Efe Espinosa, quien compartió el reclamo de los "cuentapropistas" de crear un sistema de abastecimiento mayorista porque para pedir créditos "primero tiene que haber cosas que comprar", destacó.

 

(Efe)