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Cuando la tecnología permite al paciente ser su propio médico

El laboratorio de pequeños dispositivos del Instituto Tecnológico de Massachussetts (MIT) es el único del mundo que pide a los pacientes "ensuciarse" las manos, es decir, les pide inventar por su cuenta para resolver los problemas médicos.

23 de noviembre de 2012

Málaga.- "Es inaudito que tengamos poder de decisión sobre cualquier cosa y, sin embargo, no tenemos conocimiento ni voto sobre el tipo de equipo que va a funcionar dentro de nuestro cuerpo", afirma en una entrevista con Efe el diseñador principal de dicho laboratorio, el hondureño José Gómez Márquez, miembro del grupo de trabajo de ciencia de la Unión Europea contra la pobreza.

El interés de Gómez Márquez, que asiste en la sureña Málaga al congreso de tecnologías emergentes del MIT (Emtech Spain) que se clausura hoy, se centra en hacer partícipe del diseño a la persona que usará un determinado aparato médico, o dicho de otro modo, pretende su "empoderamiento" frente al médico, la enfermera y el sistema de salud en general.

A este investigador le interesan casos como el de una niña enferma, de 10 años, de Colorado (EEUU), que le envió ayer un e-mail en donde le pide para Navidad una máquina de suero que no duela y poder fabricarla ella misma.

Desde 2008, año en el que este investigador se unió al MIT, su laboratorio de pequeños dispositivos está trabajando en una docena de equipos, entre ellos un nebulizador que funciona con una bomba de bicicleta o fuentes solares para esterilizar equipos quirúrgicos en ausencia de electricidad, porque sus inventos están orientados sobre todo a países en vías de desarrollo.

Las "autoclaves solares" para la esterilización sin electricidad ya se distribuyen en Nicaragua y Nigeria.

También han desarrollado un botiquín de diseño y de educación de tecnología médica, que permite "modelar" la instrumentación como si fueran piezas de lego: "en lugar de mejorar el diseño de una jeringa o de una bolsa de suero, tomas lo que ya existe y ensamblas las partes como tú quieres".

Por ejemplo un test de embarazo que además sirva para medir el nivel de azúcar de la paciente.

Es lo que el científico hondureño llama "diseño de grados de libertad". Estudia un aparato y se pregunta qué partes se pueden modificar y cuáles no.

"Al enseñar a los padres de familia cómo armar estos equipos, nos dimos cuenta de que tienen mucha más motivación que el médico o la enfermera porque para ellos solo hay un paciente que vale, su niño".

Para mejorar la adherencia al tratamiento (muchas terapias fracasan porque el paciente no continua el tratamiento durante el tiempo necesario), los investigadores del MIT también aceptaron la idea de una comunidad rural que, a cambio del regalo de minutos de móvil, se comprometieron en firme a seguir las indicaciones médicas.

De momento, los desarrollos de este laboratorio no han llegado a miles sino a cientos de personas, pero "los diseños solo llevan dos años aplicándose y la medicina lleva mucho tiempo".

La importancia de que los ciudadanos de países en desarrollo participen de forma activa en estas cuestiones reside, además, en que el desarrollador de Alemania, Japón o EEUU nunca ha pensado en ellos, porque nunca creyeron que utilizarían sus equipos.

Es lo que Gómez Márquez llama "desunión en el diseño".

En 2009, el investigador recibió el premio TR35 -concedido por el MIT- como uno de los jóvenes innovadores con más talento del año.

Emtech es una de las conferencias más importante del mundo sobre tecnologías emergentes, organizada por la revista Technology Review del MIT desde hace más de una década en EEUU, y en Europa ha tenido lugar en dos ocasiones, ambas en la ciudad andaluza de Málaga, en 2011 y 2012.

EFE