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Costa Rica: paro en telecomunicaciones con poco respaldo

A pesar de la euforia de unos 500 funcionarios reunidos en las afueras de la sede central, ubicada al oeste de San José, la entidad, a través de su vocero Elberth Durán, aseguró que todos los servicios funcionaron sin contratiempos.

26 de noviembre de 2007

San José.- El llamado a paro realizado por los sindicatos del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), monopolio estatal que controla telefonía e internet, recibió el lunes escaso apoyo y la mayoría de las oficinas funcionó con normalidad.

Los empleados protestan por la discusión en el Congreso de los proyectos de ley sobre Fortalecimiento y Modernización del ICE y la Ley General de Telecomunicaciones, que forman parte de un paquete de 13 leyes necesarias para que entre en vigencia el tratado de libre comercio con Estados Unidos (CAFTA).

Una vez aprobado el convenio en un referendo el 7 de octubre, Costa Rica tiene plazo hasta el 29 de febrero del 2008 para hacerlo efectivo, para lo cual requiere las leyes.

"Se habla de un fortalecimiento pero en realidad será un desmantelamiento del ICE en un plazo de uno a dos años", aseguró a periodistas el dirigente sindical Jorge Arguedas.

El ICE cuenta con una planilla de alrededor 20.000 personas.

Los que se unieron al paro acordaron además irse a huelga general en caso de que los legisladores aprueben las leyes relacionadas con el instituto.

Luego iniciaron una marcha con rumbo al Congreso y, aunque se esperaba el apoyo de otros gremios como el de Salud, no se observaron trabajadores de otras entidades en la protesta.

Los que apoyaron el movimiento fueron estudiantes universitarios que caminaron desde el campus de la Universidad de Costa Rica (UCR), al este de la capital, hasta el edificio del Legislativo.

Entre los incidentes reportados incluyó un enfrentamiento verbal entre el director jurídico del ICE, Geovanni Bonilla y el líder sindical, Fabio Chaves, luego que el segundo junto a otros empleados obstaculizaran el acceso principal al edificio central del ICE.

"Eso fue una obstrucción a los ciudadanos que se acercaron para hacer gestiones, pero lo resolvimos abriendo otras puertas, aún así, es algo que no debería repetirse", manifestó el vocero Durán.

Además, en las cercanías de la UCR, un pequeño grupo de jóvenes con los rostros ocultos cerró el paso de vehículos colocando neumáticos en la vía pública aunque sin manifestaciones violentas o de confrontación.

 

 

AP