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Costa Rica busca divisas con certificados de carbono

Para lograrlo, Costa Rica debe aumentar sus áreas sembradas de bosques debido a que son los árboles los que tienen la capacidad de extraer el carbono de la capa gaseosa que rodea la tierra y absorberlo para su propio crecimiento impidiendo que regrese a contaminar la atmósfera.

25 de mayo de 2007

San José_ El compromiso de muchos países para reducir las emisiones de gases que provocan el calentamiento global abre una oportunidad de negocios que Costa Rica no piensa desaprovechar, con expectativas de generar hasta US$10 millones anuales.

 

Costa Rica ha participado hasta ahora de un sistema voluntario, en el que destacó como pionero en 1996 cuando comercializó 200.000 toneladas de carbono con Noruega, negociación que dio inicio a los mecanismos y proyectos que actualmente buscan la reducción de emisiones de gases.

 

"Buscamos aprovechar esa tendencia a reducir la concentración de CO2 (dióxido de carbono) en la atmósfera", dijo el ministro de Ambiente, Roberto Dobles en entrevista a la AP.

 

"Con una estrategia más agresiva, ésta podría llegar a ser la fuente más importante de ingresos del país", señaló.

 

Para lograrlo, Costa Rica debe aumentar sus áreas sembradas de bosques debido a que son los árboles los que tienen la capacidad de extraer el carbono de la capa gaseosa que rodea la tierra y absorberlo para su propio crecimiento impidiendo que regrese a contaminar la atmósfera.

 

El país busca entrar de lleno al Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) del Protocolo de Kioto, con el cual gobiernos o entidades de naciones industrializadas podrán invertir en proyectos de disminución de producción de gases en un país en desarrollo y en compensación recibe Certificados de Reducción de Emisiones (CRE).

 

El proceso es muy complejo e incluye el establecimiento en cada país de una autoridad que avala los proyectos, en Costa Rica es la Oficina de Implementación Conjunta.

 

A nivel global, el encargado de aprobar y verificar los planes es la Junta Directiva del MDL, un ente del mismo Protocolo de Kioto que opera dentro de ONU. Se espera que el mecanismo entre en pleno funcionamiento en el 2008.

 

Como potenciales clientes en ese gran mercado destacan países como Japón, Austria o España, que tendrían opción de invertir en diferentes proyectos como de reforestación, uso de energías renovables como la eólica o, de reducción de emisiones por ejemplo en rellenos sanitarios.

 

Latinoamérica en conjunto es el mayor proveedor con un 49% de proyectos de MDL, de acuerdo a datos del 2006 de Cepal, entidad que calificó a Brasil con el mayor potencial exportador de CRE gracias a su producción de energías renovables (etanol). Luego le siguen Colombia, Panamá Costa Rica y Perú.

 

Brasil, donde se encuentran las cuatro quintas partes de la selva amazónica, y donde la deforestación y la quema convierten al país en uno de los mayores emisores mundiales de gases de invernadero, ha creado dos mercados de valores para el carbón, en Río de Janeiro y Sao Paulo, pero ha habido escasas transacciones hasta el momento.

 

La ministra de Ambiente, Marina Silva, propone crear un fondo internacional que otorgue gratificaciones a los países en desarrollo que mantengan la deforestación por debajo de las proyecciones históricas. Los países más ricos proveerían los fondos.

 

En Sudamérica, Chile ocupa un sitio privilegiado en la región. Solo en el 2005 hubo aprobados a nivel local 46 proyectos, 22 de ellos de energía hidráulica, y el gobierno pretende aumentar en 15% la generación de energía a partir de fuentes renovables antes del 2010.

 

Honduras podría ser el país en estrenarse en la región centroamericana en el MDL con el proyecto de reforestación Pico Bonito, ubicado en La Ceiba, en la costa atlántica del país, donde el Banco Mundial comprará 2,8 millones de dólares de en carbono. Panamá es otro de los países con potencial para ingresar.

 

El mecanismo forestal es uno de los más complicados, pero es el más viable para Costa Rica que tiene al menos un 51,4% de su territorio con algún tipo de vegetación.

Costa Rica tiene árboles para absorber 150 millones de toneladas de carbono, lo que representaría unos 750 millones de dólares en un precio promedio de cinco dólares por tonelada.

 

Un 25% de los recursos forestales está en parques nacionales y no entran en el MDL, por lo que se busca aumentar su capacidad con un plan de siembra de árboles "muy agresivo que vamos a iniciar próximamente" en tierras privadas, dijo Dobles.

 

Para tal fin existe el programa de Pago de Servicios Ambientales mediante el cual el Estado da un incentivo a propietarios privados y éstos a cambio ceden al Fondo de Financiamiento Forestal (Fonafifo) los derechos de carbono.

 

"Al propietario se le pagan US$64 por año por hectárea", detalló a la AP el director de Fonafifo, Jorge Mario Rodríguez. El objetivo es alcanzar una cobertura de 600.000 hectáreas bajo ese programa.

 

Rodríguez adelantó que está en marcha un cambio en la legislación de forma que el Fondo pueda comercializar los Certificados de las tierras cubiertas por el programa, mientras que la oficina local de verificación se quedaría con los proyectos individuales de empresas.

 

Dobles destacó que las empresas interesadas recientemente han sido españolas pero afirmó que "estamos tratando de interesar a todos", sobre todo en un mercado saturado de proyectos, al menos unos 160 potenciales en 48 países.

 

En Centroamérica aún no opera ninguno y para Costa Rica el más cercano es el plan "Coopeagri", que cuenta con patrocinio del Banco Mundial y solo le resta la aprobación de la metodología.

 

"El proyecto cuenta con 3.600 hectáreas en regeneración dentro de fincas de café y caña. Una vez aprobado esperaríamos una primera verificación y ya para el 2011 se podrían estar negociando los certificados", dijo María Elena Herrera de Fonafifo.

 

 

 

AP