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Casa Blanca a la defensiva por negociar ley de salud en privado

La Casa Blanca quedó a la defensiva el martes luego que el presidente Barack Obama exhortó a los legisladores demócratas a que negocien a puertas cerradas para apurar la reforma al sistema de salud, a pesar de haber prometido un proceso abierto durante su campaña.

6 de enero de 2010

Washington  — "El presidente quiere que el proyecto llegue a su escritorio (para ser promulgado) lo más rápido posible", dijo el secretario de prensa de la Casa Blanca, Robert Gibbs, mientras los periodistas insistían en preguntar por qué se dejarán de lado las negociaciones usuales entre ambas cámaras.

La decisión fue el resultado de una reunión en el Salón Oval la noche del martes entre Obama, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el líder del bloque demócrata de ese cuerpo, Steny Hoyer, en la que participaron por teléfono el líder demócrata en el Senado, Harry Reid, y el senador Dick Durbin.

Allí se acordó que en lugar de crear una comisión formal para resolver las diferencias entre las iniciativas de salud aprobadas el año pasado por senadores y representantes, la cámara baja trabajará en la versión de la alta, la enmendará y la enviará al Senado para su aprobación final, según un asistente legislativo que pidió no ser identificado.

El propio Obama tomará un papel directo y convocará a otra reunión el miércoles con Pelosi y cuatro demócratas que presiden comisiones legislativas.

Gibbs dijo a los periodistas que le "pregunten a los líderes del Congreso" sobre el proceso acelerado, aunque Obama participó en la decisión y durante su campaña había prometido "transmitir las negociaciones (de la reforma de salud) por (el canal) C-SPAN para que el pueblo estadounidense vea cuáles son las opciones".

Los republicanos reaccionaron con acusaciones de que el presidente y los demócratas actúan en secreto. Pero Pelosi dijo el martes que "nunca en la experiencia de nadie que esté prestando servicios aquí ha habido un proceso más abierto para ninguna otra ley".

Cuando se le preguntó por la promesa de Obama, Pelosi subrayó: "Hay varias cosas de las cuáles él estaba a favor en la campaña". Un vocero de la legisladora aclaró el miércoles que era una respuesta irónica, no un ataque contra el presidente.

Un proceso como éste no es inédito en el Congreso, pero tampoco es muy común. Los demócratas lograron aprobar los dos proyectos con márgenes ajustados en las votaciones y casi sin apoyo de la oposición. Al acelerar el texto final, se dejará afuera a los republicanos, que no podrán demorarlo ni forzar votaciones adicionales de alto costo político.

Antes del encuentro en la Casa Blanca, Pelosi se reunió con sus principales asesores y los líderes de comisiones para buscar puntos en que puedan hacer concesiones y arreglos al negociar con los senadores. Obama quiere promulgar esta ley histórica, que busca extender la cobertura de seguros médicos a gran parte de la población, a tiempo para su discurso sobre el Estado de la Nación a principios de febrero.

Esto significa que no habría un plan de salud del gobierno y que se harían cambios al sistema de pagos que prefieren los representantes: éstos buscaban recaudar impuestos a los ingresos entre individuos que ganan más de 500.000 dólares por año y parejas que ganan más de un millón. El Senado prefiere un impuesto a los planes de salud de alto costo.

Ambas iniciativas requieren que casi todos los estadounidenses tengan cobertura de salud y proporcionan subsidios para muchos que no pueden costearla, pero difieren en cientos de detalles. Entre las diferencias están quién pagaría más impuestos, cuánta gente tendría cobertura, cómo se limitarán los fondos públicos para el aborto y si los inmigrantes indocumentados deberían poder comprar un seguro de salud con su propio dinero.

(AP)