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Caos en los aeropuertos británicos y estadounidenses

Heathrow, que normalmente ve 1.250 partidas y llegadas por día, se cerró a los vuelos procedentes de Europa,

10 de agosto de 2006

Londres
 
Una mezcla de frustración, ansiedad y resignación invadió el jueves a miles de pasajeros en aeropuertos británicos y estadounidenses conmovidos por la noticia de que se había frustrado un destructivo plan terrorista para atacar los vuelos entre ambos países.

En plena temporada veraniega, el tráfico aéreo se vio afectado por cancelaciones y demoras que repercutieron como un dominó sobre los vuelos internacionales a otros países.

En el aeropuerto Heathrow de Londres, el más activo de Europa, las filas se hicieron interminables, policías fuertemente armados patrullaron las terminales y el personal no dio abasto para responder las preguntas de los nerviosos viajeros.

Varias aerolíneas, entre ellas Alitalia, Lufthansa, Iberia y Aer Lingus, cancelaron sus vuelos a Heathrow.
 
Algunos pasajeros permanecieron horas en filas que apenas avanzaban, mientras que otros se resignaron y se sentaron rodeados de pilas de equipaje. Unos pocos vuelos partieron y muchos otros fueron cancelados.

"Esto es un infierno", comentó Kendra Webb, una estudiante estadounidense de San Francisco, de 18 años, mientras hablaba por teléfono a sus familiares. "Odio este aeropuerto. Lo único que quiero ahora es un cigarrillo".

La policía dijo hoy haber desbaratado un complot para destruir simultáneamente varios aviones en vuelos entre Gran Bretaña y Estados Unidos utilizando explosivos en maletas de mano.

La Autoridad Británica de Aeropuertos prohibió que los pasajeros llevasen maletines de mano y sólo permitió bolsitas de plástico con pasaportes, dinero y otros artículos esenciales.

British Airways canceló todos los vuelos entre Heathrow y varios puntos en el resto de Gran Bretaña, Europa y Libia debido a la congestión causada por las estrictas medidas de seguridad.

Muchos viajeros se resignaron. "Estoy segura de que mucha gente pensó que el 11 de septiembre pudo haber sido hoy. Pudimos haber sido nosotros", dijo Luci Mason, cuyo vuelo a Escocia fue cancelado. "La gente está enojada pero no indignada. Algunas perturbaciones podrían salvarme la vida".

En los grandes aeropuertos estadounidenses, guardias armados con fusiles custodiaban los puestos de seguridad. Al llegar, los pasajeros encontraron carteles advirtiéndoles que se prohíben todos los líquidos en los maletines de mano.

Guardias de seguridad inspeccionaron todos los maletines de mano en el aeropuerto de Baltimore/Washington y todos los vuelos fueron demorados.

"Mejor vivo que muerto", dijo Bob Chambers, cuyo vuelo de Baltimore a Detroit se demoró más de una hora.

FUENTE: AP