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Candidato presidencial ecuatoriano sigue el libreto de Chávez

El avance de Rafael Correa en las encuestas de opinión desde un lejano tercer puesto hace un mes al primer lugar hizo que los inversionistas se desprendieran la semana pasada de los bonos ecuatorianos por el temor a que el ex ministro de economía encamine el país a una alianza izquierdista con Cuba, Venezuela y Bolivia.

11 de octubre de 2006

Quito.- El candidato favorito para las elecciones presidenciales del domingo ha conmocionado a Wall Street con su retórica antiestadounidense y sus promesas nacionalistas al mejor estilo del presidente venezolano Hugo Chávez.

Tanto las autoridades de Estados Unidos como Chávez _al parecer precavido de no inclinar el resultado electoral con comentarios inoportunos_ han guardado silencio sobre el avance de Correa, que calificó al presidente estadounidense George W. Bush como un mandatario "tremendamente torpe" y prometió oponerse a las conversaciones comerciales con Washington.

Mary Anastasia O'Grady, columnista del Wall Street Journal, caracterizó la semana pasada a Correa como un "demagogo sediento de poder" y pronosticó que su presidencia podría significar que Ecuador se incorporase al "eje latinoamericano de descastados: Venezuela, Cuba, Bolivia y Argentina, e hiciera de Estados Unidos un enemigo oficial".

Con 13 candidatos presidenciales en competencia, es posible que ninguno obtenga el domingo más de la mitad de los votos _o al menos el 40% con una ventaja de 10 puntos sobre su escolta_, lo que significa que habrá segunda vuelta el 26 de noviembre.

Correa tiene un carácter dinámico y enérgico y su candidatura está atrayendo paulatinamente a votantes indecisos que lo consideran una presencia refrescante en medio de un plantel de políticos de la vieja guardia. Pero las más recientes encuestas indican que su rival más cercano _el multimillonario magnate de las bananas, Alvaro Novoa_ también está avanzando y ahora tiene un apoyo del 23% en comparación con el 26% de Correa.

"No hay modo de negar que una victoria de Correa en la segunda vuelta sería un ataque muy significativo contra la política latinoamericana de Washington", dijo Larry Birns, director del Consejo de Asuntos Hemisféricos, con sede en Washington DC, "y por cierto aportaría un nuevo recluta al bloque de Chávez en momentos en que ese bloque necesita otro imperiosamente".

La candidatura de Correa sucede a la de otros aliados de Chávez, incluyendo el presidente boliviano Evo Morales, elegido el año pasado en una plataforma que se opone a los esfuerzos antinarcóticos respaldados por Estados Unidos en la región, y Ollanta Humala, el nacionalista que estuvo cerca de ganar la presidencia peruana este año.

Birns dijo que el gobierno de Bush no necesita "dar un portazo en la cara de Correa" ni ayudar inadvertidamente su candidatura con una respuesta que pudiese azuzar el de por sí firme sentimiento antiestadounidense.

Los analistas dicen que Chávez también podría perjudicar la campaña de Correa si lo respalda abiertamente.

Birns dijo que él y otros analistas se reunieron con altos asesores de Chávez después que éste calificó a Bush como "el diablo" el mes pasado ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Ellos intentaron, según dijo, convencer a Chávez _que ha sido acusado de inmiscuirse este año en elecciones en Perú, México y Nicaragua_ que "su respaldo podría ser el beso de la muerte para un candidato".

Ese fue el caso con el candidato peruano Humala, que ganó este año más votos que los demás en una primera rueda, pero que perdió ampliamente en la segunda rueda de junio por Alan García, de centroizquierda, que lo caracterizó como un peón de Chávez.

Correa, que tiene un doctorado en economía en la Universidad de Illinois, se opone a la reanudación de las estancadas conversaciones de libre comercio con Washington y dice que no extenderá un tratado que expira en el 2009 y que deja a los militares estadounidenses el uso de la base aérea de Manta para vuelos de vigilancia antinarcótica.

El dice que desea cortar los vínculos con las instituciones internacionales de préstamos, incluyendo el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, y ha amenazado una moratoria a los pagos de la deuda externa a menos que los poseedores de los bonos accedan a reducir a la mitad la deuda ecuatoriana.

María Teresa Romero, profesora de estudios internacionales en la Universidad Central de Venezuela, dijo que Correa es "menos peligroso" que Humala, ex oficial del Ejército, objeto de una investigación penal por supuestos abusos a los derechos humanos en Perú. "Pero al igual que él, tiene ideas radicales y cambiaría la cara de Ecuador".

Werner Baer, profesor de economía en la Universidad de Illinois que integró el comité que aprobó el doctorado de Correa, dijo el mes pasado a la AP que la perorata antiestadounidense de su ex pupilo era probablemente una artimaña para ganar votos.

"Dudo que sea virulentamente antiestadounidense como Chávez", dijo, y pronosticó que Correa probablemente seguiría el camino más moderado del presidente Luiz Inacio Lula da Silva de Brasil.

Correa ha sido mayormente ignorado por los gobiernos vecinos.

Pero la semana pasada causó reacciones en Colombia cuando refiriéndose al principal grupo rebelde en ese país, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, dijo: "me quieren inducir a llamar terroristas a las FARC. No las voy a llamar terroristas. Creo que son guerrilleros".

Correa dijo después que sus declaraciones "en absoluto implican simpatía con ese grupo".

De todas maneras, recibió una reprimenda indirecta de Colombia.

Sin mencionar a Correa por su nombre, el presidente Alvaro Uribe recientemente pidió a los "vecinos" de Ecuador a "entender que lo que hay en Colombia no es una insurgencia con una causa noble, sino un terrorismo financiado por la coca", la materia prima de la cocaína.


AP