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Caída del PIB abre dudas sobre repunte en Gran Bretaña

22 de mayo de 2009

(LONDRES) La economía británica se contrajo a su ritmo más fuerte desde 1979 en los primeros tres meses del año, con el mayor descenso del consumo de los hogares desde 1980 y una liquidación de inventarios empresariales a una tasa récord.

Hay analistas que argumentan que es probable que lo peor ya habría pasado para las cifras del producto interno bruto (PIB) británico, y el debate se centra ahora en cuándo podría regresar el crecimiento y cuánto se podría sostener la recuperación.

La mayoría de los expertos prevén que la política monetaria siga siendo flexible por un período de tiempo largo.

El Banco de Inglaterra tiene mucha incertidumbre sobre las perspectivas futuras de la economía, indicando que el crecimiento podría reiniciarse alrededor de fines de año, pero advirtiendo que podría haber nuevas recaídas si los bancos no incrementan el crédito.

La Oficina de Estadísticas Nacionales británica dijo en su segunda estimación del PIB del primer trimestre que la caída fue del 1,9 % intertrimestral, la mayor desde el tercer trimestre de 1979. El dato coincide con el primer cálculo oficial y con la previsión de los analistas.

En la medición anual, el PIB cayó un 4,1%, su mayor descenso desde el cuarto trimestre de 1980.

"Si bien la economía británica podrá haber pasado su punto más bajo de esta recesión, cualquier recuperación probablemente se basa sobre fundamentos muy frágiles", dijo Jonathan Loynes, un economista de Capital Economics.

El Gobierno laborista del primer ministro Gordon Brown apuesta a una recuperación económica para fines de año, que ayude a revivir su fortuna política y a justificar el masivo apoyo financiado por los contribuyentes para el sector bancario y la economía en general.

Tras los escándalos por los gastos de los políticos, la recuperación económica podría representar la única posibilidad del laborismo para retener el poder en unas elecciones previstas para mediados del 2010.

En la segunda estimación del PIB, había varios factores para respaldar la opinión de que una recuperación sostenida podría no llegar a tiempo.

En cuanto al gasto, sólo el del Gobierno hizo una contribución positiva a la economía. El gasto de los hogares se redujo un 1,2 % intertrimestral, el mayor descenso desde 1980.

Los consumidores claramente están agobiados por el elevado desempleo, la debilidad del mercado laboral y la escasez de crédito. Una baja récord en las compensaciones de los empleados sugiere que el gasto del consumidor seguiría apagado por algún tiempo más.

Y, pese al debilitamiento de la libra esterlina, la demanda externa de productos británicos se desploma, con una caída de 8,3 % en el primer trimestre.

Los inventarios tuvieron su mayor caída histórica, contribuyendo con 0,6 puntos porcentuales al descenso trimestral del PIB.


(REUTERS)