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Bush y Calderón defienden TLCAN en cumbre norteamericana

21 de abril de 2008

Nueva Orleans, EE.UU.- Los presidentes de Estados Unidos, George W. Bush, y de México, Felipe Calderón, defendieron el lunes el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que comparten con Canadá, y acordaron mantener el trabajo conjunto en la lucha contra el narcotráfico.

Al arrancar la cumbre presidencial de Norteamérica, ambos mandatarios sostuvieron un encuentro bilateral al término del cual Calderón pidió a Bush continuar en la búsqueda de un acuerdo integral en materia migratoria y le aseguró que el TLCAN (NAFTA, por sus siglas en inglés) ha contribuido a la generación de empleos, algo que en el caso de su país sirve para "reducir la presión migratoria de muchos mexicanos".

En un aparente intento por atajar críticas al TLCAN que en los últimos meses han hecho los precandidatos demócratas a la presidencia estadounidense, Bush aseguró: "nuestro comercio se ha triplicado y nuestras economías han crecido".

Calderón dijo que sin los empleos generados con el TLCAN, en vigor desde 1994, mucho más mexicanos habrían emigrado a Estados Unidos.

"Y particularmente lo enfatizo porque se cuestiona mucho ahora el NAFTA y la verdad es que el NAFTA ha generado cientos de miles de empleos en México y en Estados Unidos", señaló.

Los precandidatos Hillary Clinton y Barack Obama han advertido que de llegar al gobierno podrían revisar algunas cláusulas del tratado, o inclusive proponer uno nuevo.

México calcula que cada año salen del país hacia Estados Unidos más de 500.000 mexicanos.

Los mandatarios también señalaron la necesidad de sostener el combate conjunto contra el narcotráfico y el crimen organizado, y coincidieron en que un mecanismo importante será la Iniciativa Mérida, una propuesta que Bush envió a su Congreso en 2007 y que considera fondos por 1.400 millones de dólares en cooperación y entrenamientos para aumentar la capacidad de México en el combate al crimen organizado.

Bush elogió el trabajo de Calderón para combatir el narcotráfico en México, que en los últimos años ha padecido un incremento de la violencia vinculada al trasiego de enervantes, y reconoció que Estados Unidos tiene que "trabajar fuerte" para reducir el consumo interno de drogas.

El mandatario estadounidense confió que el Congreso de su país apruebe los fondos.

Bush y Calderón tenían previsto encontrarse por separado con el primer ministro canadiense Stephen Harper, antes de acudir a una cena con motivo de la cumbre norteamericana.

Los tres líderes revisarán la llamada Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte (ASPAN) en esta ciudad del sureste estadounidense devastada en 2005 por el huracán Katrina.

"Escogí Nueva Orleáns para nuestra reunión con México y Canadá porque quería enviar una clara señal a la gente de mi país que Nueva Orleáns está abierta para los negocios y es un buen lugar para visitar, y después de la devastación de Katrina se ha vuelto una ciudad con esperanza", dijo Bush horas antes durante la reinauguración del consulado mexicano en esta ciudad, en la primera actividad con Calderón.

La inmigración de mexicanos a Estados Unidos ha sido un tema particularmente sensible desde hace años para los gobiernos de Washington y de Ciudad de México.

Luego de la destrucción causada por el huracán Katrina en Nueva Orleáns y otras partes del golfo de México, miles de mexicanos _junto con centroamericanos y latinoamericanos_ enfilaron hacia las zonas devastadas en busca de trabajo. La región ha necesitado gran cantidad de mano de obra para su reconstrucción.

 

 

AP