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Brasileños pobres usan recursos de forma "sabia" , dice estudio

El documento afirma que las familias gastan entre 278 a 388 reales más en comida anual, es decir un 20% a 35% del total de dinero gastado por la familia pobre.

18 de mayo de 2007

Brasilia_ Los brasileños pobres beneficiarios de Bolsa Familia, un programa social de bandera del gobierno del presidente Luiz Inacio Lula da Silva, gastan el dinero que reciben del gobierno principalmente en comida, indicó un estudio divulgado el viernes.

 

"El estudio nos permite ver a qué destinan (las familias pobres) los recursos que reciben...y lo están haciendo de forma sabia. Es un resultado muy positivo", dijo Romulo Paes de Sousa, Secretario de Evaluación y Gestión del Ministerio de Programas Sociales y Combate al Hambre.

 

"Parece obvio que una familia pobre que recibe ayuda, gaste más en comida o educación, pero queríamos realmente medir si eso era así", agregó de Sousa en una conferencia de prensa en el ministerio. "Una familia pobre podría usar el dinero en pagar deudas, en ayudar a familiares o vecinos, pero lo está haciendo en comida", agregó el funcionario, indicando que la muestra era el primer estudio para medir los impactos del plan social.

 

El estudio fue hecho en noviembre del 2005, al año siguiente de implantarse el programa Bolsa Familia, con cuestionarios escritos en ese mes a 15.240 familias en 269 municipios del país y su análisis demoró casi año y medio para hacer las tablas y cruzar todos los resultados entre familias que son beneficiarias del programa y las que para entonces no lo eran, agregó.

 

El objetivo del estudio, dijo de Sousa, era medir el impacto del plan y saber a qué destinan los recursos las familias pobres. La llamada Bolsa Familia es una ayuda mensual de 95 reales (unos 48 dólares) que entrega el gobierno a través de las municipalidades a familias con ingresos al mes de o por debajo de los 100 reales (unos 51 dólares) y a cambio de que mantengan a sus hijos en las escuelas y los vacunen.

 

De acuerdo con el estudio, las familias del programa gastan entre 278 a 388 reales más (unos 142 dólares a unos 198 dólares) en comida anual que las que no figuran dentro del Bolsa Familia. Ese dinero adicional gastado en comida representa entre un 20% a 35% del total de dinero gastado por la familia pobre, dijo Ana María Hermelo, una de las coordinadoras del estudio.

 

Para medir si ese gasto en comida se mantendrá o se modificará el Ministerio ya planea hacer una nueva ronda del estudio con las mismas 15.240 familias a partir de noviembre próximo y esta vez incluir datos como peso y estatura de los chicos en función de una mejor alimentación.

 

Para noviembre del 2005 las familias inscritas en Bolsa Familia eran 8,6 millones, indicó de Sousa, mientras actualmente son 11 millones, estimando cada familia en un grupo de 4,5 personas.

 

Bolsa Familia hace parte de la política social del gobierno de Lula lanzada en 2003 y que llamó "Hambre Cero". Bajo ese paraguas de Hambre Cero están otros planes como el de hacer llegar el servicio de luz eléctrica a caseríos pobres y remotos, construcción de cisternas de agua potable y hasta atención odontológica para personas que han perdido los dientes.

 

Eduardo Rios-Neto, junto con Hermelo, también coordinador del estudio, recordó que los objetivos del Bolsa Familia son "dar un alivio inmediato al hambre y después romper el circulo vicioso de la pobreza". Pero tanto de Sousa como Rios-Neto recordaron que Bolsa Familia es un "plan a largo plazo, no existe matemáticamente una fecha de salida" de una familia del plan porque ya dejó de ser pobre. En el mejor de los escenarios, dijo Rosani Cunha, coordinadora nacional del Bolsa Familia, "estamos hablando de un plan de reducción de la pobreza entre generaciones".

 

 

 

AP